Por la boca muere el pez. El Partido de los Trabajadores (PT) anunció ayer que le iniciará juicio al ex presidente socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso por las acusaciones que había hecho en la entrevista que publicó el fin de semana pasado la revista Istoé. “La ética del PT es robar”, afirmó el ex mandatario, que también agregó que “la corrupción en este gobierno es mucho más grave que la de los otros casos de la historia” y que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva “tiene responsabilidad por omisión”. Desde el PT se intentó cuestionar la legitimidad del líder socialdemócrata: “Sorprende que un presidente que recibía a banqueros durante la madrugada ahora hable de corrupción”, ironizó el presidente del partido gobernante, Ricardo Berzoini.

El líder petista explicó que presentará una querella contra Cardoso por difamar al partido y herir “el honor de los petistas”. Además cuestionó su gestión: “Debería mirar hacia atrás, mirar primero lo que fue su gobierno y todas las iniciativas que tomó para impedir investigaciones de corrupción”. La directiva del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) salió en defensa de su líder. “Si Berzoini hace efectivo lo que dice (su denuncia ante los tribunales), será una oportunidad muy buena para llevar a la justicia los casos de corrupción de este gobierno”, afirmó el líder del PSDB en el Senado, Arthur Virgilio. La crisis por las denuncias de corrupción también alcanzó al ex presidente del PSDB, Eduardo Azeredo, que tuvo que renunciar a su cargo.