“La unión hace la fuerza” es el nuevo lema belicista de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que llamó ayer a crear “un frente unido” contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, al que presentó como “un desafío para la democracia” y un “peligro” para la región por sus relaciones con el presidente cubano, Fidel Castro. Rice admitió haber pedido a Brasil, España y la Unión Europea (UE) que “presten atención” al gobierno de Chávez. “Hace apenas dos días hablé por teléfono con mi contraparte de la UE, el ministro de Austria, con el canciller de España y con el de Brasil y les dije: tienen que saber lo que está sucediendo allí (en Venezuela)”, dijo Rice. La diplomática insistió en que el gobierno de Chávez es una “mala influencia” en América latina y puso como ejemplo el juicio contra la organización no gubernamental Súmate, que actúa como entidad opositora y recibe fondos de EE.UU. Rice consideró que Washington tiene que trabajar junto a otros gobiernos latinoamericanos “responsables de izquierda”, como los de Brasil y Chile, para contrarrestar la “influencia” del gobierno de Chávez. Una de las estrategias para intentar debilitar el lazo entre Caracas y La Habana, dijo Rice, es la búsqueda de acuerdos de libre comercio con sus vecinos del sur.