El ejército israelí mató ayer en Gaza a tres palestinos. Fueron cinco la víspera en Nablus (Cisjordania), en la mayor operación militar desde la evacuación de la Franja en agosto del año pasado. La escalada de violencia condujo al presidente palestino, Mahmud Abbas, en una decisión muy poco habitual, a enviar una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al Cuarteto –el grupo mediador integrado por Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la propia ONU– en la que solicita la inmediata intervención internacional para detener la ofensiva. “Israel está amenazando el período de tregua que el liderazgo palestino está tratando de mantener”, declaró su portavoz, Nabil Abu Rudeina. Pero, por otra parte, Abbas también deslizó, en una entrevista con un canal británico de TV, la posibilidad de renunciar si Hamas no respeta los acuerdos con Israel firmados por la Autoridad Palestina.

Poco contribuyeron a la tranquilidad las declaraciones, ayer, de Avi Dichter, ex jefe del Shin Bet, los servicios de espionaje interior de Israel y asesor en materia de seguridad del primer ministro interino, Ehud Olmert. “Si se produce un ataque terrorista e Israel decide responder, Ismail Haniya sería un objetivo legítimo, porque Hamas no comete atentados sin la autorización de Haniya. No por ser primer ministro goza de inmunidad”, declaró. No sería la primera vez que Haniya sufre un intento de asesinato. El 6 de septiembre de 2003, un avión lanzó una bomba de 250 kilos sobre un edificio en el que se reunían Haniya, Ahmed Yassin y Abdelaziz Rantisi, líderes de Hamas que finalmente fueron alcanzados en dos ataques de la aviación israelí en la primavera de 2004. Haniya es uno de los jefes del movimiento fundamentalista y ha recibido el encargo de Abbas para formar gobierno. El jefe del Ejecutivo palestino contestó al cerebro de los asesinatos extrajudiciales de militantes palestinos: “Los palestinos están pagando el precio de las elecciones en Israel”. Pero el mismo Olmert, en un acto de campaña, dijo que Israel seguirá los ataques contra los grupos armados palestinos.

A un mes de los comicios legislativos, Olmert no va a permitirse ofrecer la imagen de dirigente al que le tiemble el pulso. Ayer de madrugada, en el este de Gaza, cerca de la verja fronteriza que separa la Franja de Israel, un tanque disparó contra dos palestinos. Los soldados sospecharon que pretendían colocar explosivos. Uno de los muertos es hijo de Abdel Fattah Dujan, uno de los fundadores de Hamas. En un segundo incidente, otro militante falleció en circunstancias similares. Las autoridades palestinas aseguraron que pretendía entrar en Israel para buscar trabajo. Las milicias juraron venganza.

*De El País de Madrid. Especial para Página/12.