Con el fin expreso de evitar que EE.UU. y Gran Bretaña tengan un camino fácil hacia un ataque a Irán, manifestaciones en todo el mundo pedirán hoy el retiro de las tropas extranjeras de Irak.
› Por Terry Kirby *
Miles de personas saldrán a las calles en todo el mundo hoy para protestar contra la continuada presencia de las tropas británicas y estadounidenses en Irak, en medio de un creciente reconocimiento oficial de que el país está deslizándose hacia una guerra civil. Los organizadores de la manifestación masiva, planeada para recordar el tercer aniversario de la declaración de guerra contra Irak el 20 de marzo de 2003 por George W. Bush, esperan que atraiga un número similar al millón que manifestó en Londres en febrero de ese año antes de la invasión.
En Londres, esta mañana, los manifestantes se reunirán en la Plaza del Parlamento y marcharán hacia la Plaza Trafalgar para una congregación en la que hablarán parlamentarios y otros activistas antibélicos. Manifestaciones similares tendrán lugar en Basora y Bagdad en Irak mismo, así como en Nueva York, Madrid, Roma, Sydney y muchas otras grandes ciudades, pidiendo el retiro de todas las tropas. El recorrido de la marcha británica está programado para pasar frente a las oficinas del fiscal general, lord Geldsmith, a fin de subrayar la posición de los manifestantes de que la guerra es ilegal y que Gran Bretaña y Estados Unidos son culpables de numerosos crímenes de guerra. Tanto la oficina de lord Geldsmith como las Naciones Unidas ya están considerando una carta, escrita por Tony Benn, el veterano defensor de la paz y cofirmada por más de 1000 importantes figuras, incluyendo a parlamentarios, artistas y académicos, que detalla 28 supuestas violaciones de la Carta de Nuremberg y las convenciones de Ginebra y La Haya.
En Irak, se sugirió que el ataque antiinsurgente de Operación Enjambre (ver página opuesta), muy anunciado y altamente publicitado, alrededor de la ciudad de Samarra, al norte de Bagdad, era poco más que una demostración de fuerza destinada a intimidar a los insurgentes. Oficiales del ejército de Estados Unidos declararon que la operación, que involucra a 50 helicópteros, era el mayor “ataque aéreo” desde un ataque similar sobre Irak, justo después de la guerra a fines de abril de 2003. En otros lugares de Irak, la violencia continuó. Entre varios incidentes, tres cuerpos con agujeros de bala en la cabeza y señales de tortura fueron encontrados en Bagdad –aparentemente parte de una ola de violencia sectaria que dejó más de 100 cadáveres tirados en la ciudad desde el lunes–.
Significativamente, el segundo comandante de Estados Unidos dijo ayer que si bien el plan es que las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí controlen un 75 por ciento del territorio iraquí para “fines del verano” (septiembre), el país parecía estar más cerca de la guerra civil que en cualquier momento desde marzo de 2003. “La posibilidad de una guerra civil puede ser mayor hoy de lo que ha sido en los últimos tres años, sin embargo yo creo que todavía estamos muy alejados de tal evento”, dijo el teniente general Peter Chiarelli. Agregó que las fuerzas de seguridad iraquíes, que han sido entrenadas por Estados Unidos, actualmente controlan un 50 por ciento del país.
Lindsey German, convocante de la Coalición Detengan la Guerra, dijo que era la primera vez que las manifestaciones serían coordinadas simultáneamente en Gran Bretaña, Irak y Estados Unidos. Sostuvo: “Creemos que sólo será posible una solución pacífica al caos causado por la guerra ilegal en Irak cuando los ejércitos extranjeros de ocupación se hayan retirado de manera que el pueblo iraquí pueda ser libre para decidir sobre su propio futuro político”. La carta de Benn acusando a Gran Bretaña y a Estados Unidos por crímenes de guerra incluye afirmaciones de que ambos países estaban involucrados en “planificar y conducir una guerra agresiva utilizando el engaño, incluyendo la deliberada falsificación de informes para inflamar pasiones en apoyo a esta guerra, una referencia a varios dossiers presentados al Parlamento y a las Naciones Unidas que han quedado desacreditados en gran parte. Otras acusaciones se relacionan al daño deliberado a la infraestructura del país, al fracaso en respetar las propiedades culturales, la explotación económica, los arrestos masivos, y el uso de la persecución religiosa y la tortura sobre los detenidos. Otros delitos incluyen el uso de bombas de dispersión, uranio empobrecido y municiones químicas y carecer de un registro adecuado de los muertos iraquíes. La ONU dijo a Benn que la carta expone “asuntos preocupantes extremadamente serios”. La oficina del fiscal general prometió una contestación para principios de abril.
Prominentes críticos antibélicos también están recordando el tercer aniversario de la invasión con una colección de artículos críticos. Ni Una Muerte Más, publicado por los editores independientes radicalizados Verso, incluye ensayos cortos del músico Brian Eno, del científico Richard Dawkins y Harold Pinter, el Premio Nobel de Literatura. También colaboran los autores John Le Carre, Michel Faber y Haifa Zangana, un iraquí ex prisionero político del régimen de Saddam Hussein. Eno dice: “Queremos que les resulte mucho más difícil a ellos ir a la guerra contra Irán. No soy el único que ve en muchos sentidos la guerra contra Irak como una cruzada contra el mundo árabe. No soy un pacifista. Pero hemos destruido un país. Nos embarcamos en una guerra a través de un proceso que no era nada democrático. Y fue una total malversación de recursos; podríamos haber eliminado el agua no potable y la malaria, y dado antirretrovirales a los enfermos de sida”.
*De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère
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