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› EE.UU. RETIRO SU PROPUESTA DE PAZ TRAS UN NUEVO ATENTADO
Ultimo clavo en el ataúd de un plan
George W. Bush iba a anunciar ayer un plan para un Estado palestino provisorio, pero lo dejó para mejor momento después del segundo ataque palestino a Jerusalén en dos días consecutivos, en que murieron seis personas y el terrorista kamikaze en una parada de ómnibus.
El terror redobló su apuesta. Después de la masacre de 19 personas el martes, un atacante suicida palestino mató ayer a por lo menos siete personas (incluyendo el kamikaze) e hirió a otras 35 en una parada de autobús de Jerusalén, provocando que el presidente estadounidense George W. Bush postergara un discurso donde iba a establecer la senda hacia un Estado palestino. Tras el atentado en el área de French Hill (Colina Francesa), helicópteros israelíes atacaron blancos en la Franja de Gaza, incluyendo fundiciones.
El ataque suicida fue el segundo de su clase en la ciudad en dos días, y planteó la perspectiva de una reocupación israelí de territorios gobernados por los palestinos. El gobierno anunció la nueva política después que un militante del grupo islámico Hamas se volara el martes dentro de un atestado autobús matando a 19 personas, en el más mortífero atentado ocurrido en Jerusalén en seis años. Las fuerzas israelíes entraron luego en la ciudad cisjordana de Jenín y en Qalqilya, además de una breve incursión en Nablus. Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, un grupo vinculado con la facción Fatah del líder palestino Yasser Arafat, se adjudicaron la responsabilidad del atentado de ayer, aunque Arafat lo condenó y llamó a “detener totalmente” los ataques contra civiles, en lo que parecía un intento de desviar una probable represalia israelí.
“El atacante corrió a la parada de autobús. Varios agentes de policía lo persiguieron. Cuando llegó a la parada de autobús, detonó una potente bomba”, dijo a la radio del ejército el jefe de la policía de Jerusalén, Mickey Levy. Médicos y policías dijeron que al menos siete personas murieron y otras 35 resultaron heridas en el atentado, en un área que fue recapturada por Israel en la guerra de 1967 y anexada. El ataque del martes, en cambio, había ocurrido en Jerusalén occidental.
En Washington, la Casa Blanca condenó el atentado y dijo que ahora no es el momento adecuado para que Bush anuncie sus ideas de paz para el Oriente Medio. “El presidente sabe lo que él quiere decir. El presidente lo compartirá cuando (...) esto pueda tener el mayor beneficio”, dijo el portavoz Ari Fleischer a los periodistas. “Pienso que el momento vendrá pronto (...), es difícil hacer que la gente se concentre en la paz hoy, cuando aún están sufriendo las consecuencias del terrorismo”, agregó.
El gobierno israelí, tras una reunión a altas horas de la noche, había dicho ayer que reocuparía áreas gobernadas por los palestinos en Cisjordania hasta que cesen los atentados palestinos, señalando un cambio en su política. “Israel responderá a los actos terroristas capturando territorios de la Autoridad Palestina. Esos territorios serán retenidos por Israel mientras continúe el terror. Más actos terroristas traerán más (tomas) de territorio”, dijo el gobierno en un comunicado. Por su parte, la Casa Blanca dijo que Bush no objeta la decisión israelí de reocupar las áreas palestinas en respuesta a nuevos ataques. “El presidente cree que Israel está recuperándose de un ataque muy grave y que Israel tiene el derecho a defenderse”, dijo el portavoz Fleischer.
El diario Washington Post, citando fuentes estadounidenses y diplomáticas, dijo que la nueva política de Bush para el Oriente Medio, cuyo anuncio se postergó ayer, iba a llamar a la pronta creación de un Estado palestino provisional y la conclusión de negociaciones para fronteras permanentes en tres años. Agregó que Bush propondría que el plan sea aprobado en una conferencia de paz para el Oriente Medio, tentativamente establecida para septiembre.
Pero los principales actores ya han rechazado esa idea. Los palestinos dijeron ayer que no se contentarían con menos que la totalidad del territorio ocupado por Israel en 1967, en lo que fueron respaldados por Egipto y Jordania. Sharon, por su parte, rechazó la creación de un Estado palestino cuando visitó el martes el lugar del ataque suicida en Jerusalén. Y en todo caso, lo de ayer le dio el tiro de remate a la idea.
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