Miles de pasajeros se enfrentaron ayer con demoras y cancelaciones en los vuelos a raíz de la huelga que llevaron adelante los controladores del tráfico aéreo en toda Europa contra las propuestas de “cielos abiertos,” que temen que deriven en pérdidas de empleos y privatizaciones. Los vuelos a Francia fueron los más afectados en una jornada de huelga que vio interrumpidos más de 700 mil vuelos. Huelgas más cortas en Grecia, Portugal, Hungría e Italia llevaron a la paralización de los aeropuertos y en Suiza, Bélgica, Luxemburgo y Austria el equipo trabajó a reglamento.
Air France operó solo el 10 por ciento de sus vuelos de corta distancia, pero un 90 por ciento de los de larga distancia. British Airways canceló todos, excepto cuatro vuelos de sus 126 hacia y desde Francia y desechó 38 viajes a otros países, mientras que la aerolínea Bux recortó unos 50 vuelos. Como consecuencia de la huelga de 24 horas en España que comenzará hoy, se esperan mayores problemas. Pero el temor a un caos aeroportuario resultó infundado: la mayoría de los viajeros permanecieron en sus casas, y los aeropuertos resultaron lugares más tranquilos que lo usual.
La comisión europea piensa que al unificar la supervisión de los controles del tráfico aéreo reducirá la congestión y las demoras, simplificando las pistas de vuelo. Pero los sindicatos dicen que podría llevar a la privatización, lo que subordinaría las cuestiones de seguridad a los intereses comerciales. Jurgen Weber, presidente de Lufthansa, sostuvo que “es directamente absurdo que un sindicato europeo de controladores aéreos... salga en defensa de estructuras fragmentadas”.