El polémico Contrato Primer Empleo (CPE) fue enterrado ayer en la Asamblea Nacional francesa, la Cámara baja, con la aprobación de la proposición de ley que lo reemplaza con medidas de inserción laboral para los jóvenes menos cualificados. Tras un debate todavía muy enconado, que arrancó el martes por la noche, el texto inspirado por el presidente Jacques Chirac para sustituir el polémico contrato laboral que precarizaba el trabajo de los jóvenes fue aprobado por 151 votos a favor, los de los diputados del partido del gobierno, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) y la centrista UDF.

Los 93 votos en contra corresponden a diputados de la izquierda, socialistas y comunistas. La Asamblea Nacional tiene 500 miembros. Anoche estaba previsto el voto en el Senado, donde el texto que modifica la ley de igualdad de oportunidades no debe encontrar ninguna resistencia. De este modo, el presidente Chirac, el gobierno de Dominique de Villepin y la UMP habrán cumplido el compromiso de cerrar esta crisis de diez semanas, que ha sacado a millones de personas a la calle, antes del comienzo de la pausa parlamentaria. Las medidas que reemplazarán –la mayoría ya existentes– son básicamente subvenciones que costarán al erario 150 millones de euros este año y el doble en 2007.

En el consejo de ministros, Chirac hizo un llamamiento a los estudiantes para que reanudaran las clases y levantaran el bloqueo de los centros que aún siguen cerrados. “Todos los jóvenes tienen que poder reanudar sus clases y preparar los exámenes”, dijo el jefe del Estado.

La mayoría de los institutos ya han reanudado las clases y las universidades parecen hacer otro tanto. El Ministerio de Educación cifraba en cuatro las que seguían bloqueadas ayer por la tarde y en 17 el número de las que todavía no funcionaban con normalidad.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.