EL MUNDO
› ARAFAT Y UN VIEJO PLAN
Un sí que llega tarde
Por Ewen MacAskill
Desde Londres
El líder palestino Yasser Arafat aceptó ayer el plan de paz para Medio Oriente que había propuesto 18 meses atrás el entonces presidente norteamericano Bill Clinton. Sin embargo, el gobierno israelí dijo que la propuesta, establecida en enero del año pasado en Taba, Egipto, no está más en la mesa de negociaciones entre israelíes y palestinos. Además, Israel advirtió que el paquete de Taba era generoso y que fue una tontería la actitud de Arafat al no contemplarla.
Arafat había insistido repetidas veces que aquella propuesta de paz distaba lejos de ser generosa. Pero, en una entrevista publicada ayer por el diario israelí Haaretz, él anunció que “estoy dispuesto a aceptarla, absolutamente”. Durante la entrevista, el periodista le expuso a Arafat cada uno de los puntos de la propuesta de Taba. Los principales elementos del plan de Taba incluían: una división de Jerusalén entre israelíes y palestinos; un compromiso sobre el futuro de los 3,5 millones de refugiados palestinos y la creación de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza.
La disposición de Arafat a aceptar el trato ahora le agrega un mayor condimento de contradicción y debilidad a su liderazgo, en momentos en que los palestinos han estado volviéndose contra él. Su aislamiento fue subrayado ayer por el rey Abdullah de Jordania, quien declaró que el líder palestino perdió el control sobre los grupos militantes palestinos. Abdullah señaló que “durante años pensé que Arafat era capaz de controlar el sentir público y el extremismo de los palestinos. Pienso que hoy no es el caso”. Y no hay señales de un plan de paz razonable para Arafat y el premier israelí Ariel Sharon. El presidente norteamericano George. W. Bush pospuso por lo menos hasta la semana próxima la exposición de sus ideas para la creación de un Estado palestino “transitorio”.