La policía chilena detuvo ayer a más de ochocientos manifestantes en una nueva jornada de protesta de estudiantes secundarios en Santiago y otras ciudades del país, informaron fuentes oficiales. En Santiago, el gobernador Víctor Barrueto indicó que los disturbios protagonizados por alumnos de liceos que intentaron marchar al centro de la capital dejaron 560 detenidos, mientras en otras regiones la Policía de Carabineros reportó 244 detenciones. Los estudiantes, que hace ocho días lanzaron una protesta similar, demandaban gratuidad en el uso del transporte y en la Prueba de Selección Universitaria (PSU), que deben rendir cada año los candidatos a continuar estudios superiores. Los disturbios en la capital se iniciaron cuando grupos de adolescentes quisieron marchar por la céntrica Alameda y ante la presencia de la policía lanzaron piedras y bombas incendiarias contra los agentes. Uno de los voceros de la Asamblea Coordinadora de los estudiantes, César Valenzuela, anunció nuevas movilizaciones y dijo que el incidente de un estudiante con un revólver en mano es “un hecho aislado”. “Esas imágenes son extraordinariamente elocuentes”, advirtió, en cambio, el ministro de Educación, Martín Zilic, al rechazar la violencia de las manifestaciones. “Ellos no tienen ninguna capacidad de controlar lo que pasa”, aseguró, por su parte, el intendente Barrueto, en alusión a los dirigentes estudiantiles. Otros disturbios entre manifestantes y policías se registraron en Arica y Calama, en el norte del país; Valparaíso y Concepción, en la región central; Temuco y Puerto Montt, en el sur del territorio.