Chile vivirá hoy la mayor movilización estudiantil de los últimos 34 años. Unos 600 mil estudiantes, además de profesores, alumnos universitarios y personal de colegios administrados por las municipalidades y los privados que obtienen subsidios estatales, paralizarán sus actividades en una jornada de protesta nacional en demanda de una revisión profunda del sistema educativo nacional. En la mañana de ayer, alrededor de 150 estudiantes suspendieron abruptamente la reunión que mantenían con la subsecretaria de Educación, Pilar Romaguera, en el ministerio, porque no se permitió la entrada de todos los representantes estudiantiles y porque el ministro de la cartera, Martín Zilic, no estaba presente.

En diálogo telefónico con Página/12, uno de los dirigentes del Liceo Aplicación –uno de los más importantes de Santiago–, William Vallejos, explicó que después de terminar la reunión en el Ministerio de Educación decidieron en una asamblea elegir representantes de cada región para limitar el número de participantes en el próximo encuentro con el gobierno. Según estimó el dirigente estudiantil, no superarían las 15 o 20 personas, cifra muy menor a la establecida para la reunión de ayer a la mañana, en la que sólo se permitió la entrada de 40 estudiantes. Vallejos también adelantó que para evitar un eventual enfrentamiento con la policía, como sucedió en las manifestaciones de las últimas semanas, el paro será “interno”. Todos los liceos que participen se abocarán a actividades culturales, en las que se aprovechará para reflexionar sobre las necesidades del actual sistema educativo del país.

En un principio, las demandas eran básicamente tres: un boleto estudiantil gratuito e ilimitado, que la Prueba de Selección Universitaria sea también gratuita y la modificación del sistema de Jornada Escolar Completa. Sin embargo, a medida que el movimiento estudiantil fue agrandándose y fue ganando apoyos de otros sectores sociales, lo mismo sucedió con sus demandas, que comenzaron a ser más ambiciosas. Hoy, los 600 mil estudiantes pedirán también un “compromiso claro del gobierno” para derogar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, una de las últimas aprobadas durante el régimen de Augusto Pinochet. Según adelantó Vallejos, la gran mayoría del arco político que actualmente ocupa el Congreso “ya se han acercado para negociar”.

Informe: Laura Carpineta.