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Una conjura de marines
El desembarco de marines británicos en una playa de Cádiz, sur de España, en febrero pasado habría sido un intento de entorpecer las relaciones entre ambos sobre Gibraltar, según acusó ayer el diario español El Mundo y no “un error” tal como refirió entonces el gobierno del Reino Unido. “La invasión de la cala de San Felipe, lejos de ser fortuita, fue meticulosamente preparada y llevada a cabo”, dice el diario, que cita fuentes del gobierno de Madrid. Según el matutino, las autoridades españolas analizaron varios informes sobre el sospechoso incidente diplomático y llegaron a la conclusión de que la Marina británica quiso presionar a su gobierno para romper las negociaciones sobre la soberanía del Peñón. Al parecer, los marines llevaron a cabo la maniobra sin el consentimiento del gobierno del premier británico Tony Blair, pero las fuentes gubernamentales españolas sospechan que el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña sí tenía constancia. El pasado 17 de febrero, veinte marines armados desembarcaron en la cala de San Felipe (La Línea de la Concepción), en las inmediaciones de la frontera entre España y Gibraltar.