La oposición venezolana no está tan unida como quisiera. El grupo opositor Súmate declinó ayer organizar elecciones primarias para definir el candidato que se enfrentará al presidente Hugo Chávez en los comicios del próximo 3 de diciembre. Representantes de la organización no gubernamental, que según el gobierno venezolano es financiada por Washington, dijeron que la posibilidad de celebrar esa consulta el 6 de agosto quedó invalidada por la falta de consenso entre los diferentes partidos opositores.

El próximo 3 de diciembre, unos 16 millones de venezolanos serán convocados a las urnas para elegir al presidente del país para el período 2007-2013. Una docena de precandidatos opositores al presidente Hugo Chávez, que va por la reelección, había acordado el 10 de junio designar un abanderado único “por consenso o en primarias” entre el 30 de julio al 6 de agosto. Las figuras más destacadas de esa reunión fueron Julio Borges, candidato del partido de centroderecha Primero Justicia; el independiente de izquierda Teodoro Petkoff, ex ministro de Planificación del ex presidente democristiano Rafael Caldera (1995-99), y el gobernador del petrolero estado Zulia (oeste), Manuel Rosales, del partido socialdemócrata Un Nuevo Tiempo (UNT).

Pero no todo salió como se esperaba. La idea de Súmate era realizar las primarias antes del 6 de agosto, ya que los candidatos deben inscribirse en el Consejo Nacional Electoral (CNE) entre el 5 y el 24 de ese mes. Pero los desacuerdos al interior de la ONG y la falta de decisión en cuestiones técnicas frustraron esos planes. Súmate alegó que tomaría seis semanas organizar las primarias, para lo cual ya no hay tiempo. El que no se celebren esas elecciones no anula, sin embargo, la opción de que en diciembre Chávez se enfrente a un solo rival. Algunos de los candidatos han anunciado que están dispuestos a deponerla en favor de aquel que tenga en noviembre mayor respaldo popular en las encuestas.

El anuncio de Súmate fue una victoria para el gobierno de Chávez, ya que considera que la ONG está “al servicio del imperialismo” del gobierno del presidente estadounidense, George W. Bush. “Todo lo que estaba tutelado por Súmate es desorientador”, indicó el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, quien calificó de “beneficioso para el sector democrático de la oposición” la salida de la ONG del escenario electoral. “Ese muerto había que enterrarlo y lo acaban de enterrar”, agregó Rangel. El anuncio de Súmate “es una gran noticia para todos los venezolanos”, opinó por su parte el ministro de Comunicación e Información, William Lara. “Esto significa que un sector importante de la sociedad venezolana se acaba de liberar de la presencia perversa de un caballo de Troya como es Súmate, al servicio de Bush.”