EL MUNDO › LIBANO CONDENO LA INCURSION ISRAELI DURANTE LA TREGUA
Ehud Olmert le dijo a Kofi Annan que sus fuerzas militares no violaron el cese de fuego en el Líbano el sábado, sino que querían impedir el paso de armas desde Irán y Siria. El premier israelí además pidió a Italia que lidere las fuerzas internacionales para la paz.
› Por Eric Silver *
Desde Jerusalén
Israel rechazó ayer las acusaciones de Kofi Annan, el secretario general de la ONU, de haber violado el sábado el alto el fuego con un ataque comando en un bastión de Hezbolá en el este del Líbano. Ehud Olmert, el primer ministro israelí, defendió el ataque durante un diálogo telefónico con Annan, al indicar que “tenía la intención de prevenir el reabastecimiento de nuevas armas y municiones para Hezbolá desde Siria e Irán”. La guerra de 34 días, que entró en una frágil calma el 14 de agosto, mató a 1183 libaneses y 157 israelíes. Fuad Siniora, el premier libanés, denunció ayer que Israel ha cometido un “crimen contra la humanidad” durante su ofensiva militar, aunque también indicó que “si los israelíes dan muestras de cordura, esto puede crear una oportunidad: transformar la calamidad sufrida por Líbano en una ocasión para avanzar hacia una paz real”.
“El secretario general está profundamente preocupado por la violación del cese de hostilidades por parte de Israel. Las violaciones de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad ponen en peligro la frágil calma alcanzada después de mucha negociación”, dijo Stephane Dujarric, un vocero de la ONU. Mark Regev, vocero del ministerio de Exteriores israelí, dio vuelta la acusación de violar el cese del fuego hacia Hezbolá y sus aliados. “De acuerdo a la resolución 1701, tienen prohibido rearmarse. La transferencia de armamento desde Siria a Hezbolá es una grave violación de la resolución. Ese es el incumplimiento, e Israel estaba respondiendo a eso”, indicó Regev.
El vocero israelí criticó asimismo a la comunidad internacional por su lentitud en desplegar una fuerza internacional para dar apoyo al ejército libanés en el sur del Líbano y en la frontera del Líbano con Siria. “Si esas fuerzas hubieran estado ahí y el embargo de armas hubiera sido reforzado, Israel no hubiera tenido razón de actuar.” Terje Roed-Larsen, el mediador de Medio Oriente de Annan, advirtió ayer que: “las cosas pueden salirse de control muy pronto, por eso es importante que todas las partes involucradas ejerzan las mayores restricciones para dar al Ejército libanés la posibilidad de desplegarse a lo largo de las fronteras del Líbano y permitir a la comunidad internacional aportar tropas”.
Francia y otras naciones europeas han sido reacias a comprometer contingentes sustanciales a la fuerza internacional, que se supone debe contar con un total de 15.000 tropas, hasta que su misión y reglas de combate estén claras. No quieren verse involucradas en una guerra de disparos con Hezbolá, o ser vistas como demasiado débiles para controlar un alto el fuego. Francia, que ha desilusionado a la ONU y sus aliados europeos al ofrecer solamente 200 tropas inmediatamente, llamó ayer a una reunión de la Unión Europea (UE) esta semana para coordinar la “solidaridad europea” para el Líbano.
Olmert repitió que Israel se oponía a que naciones musulmanas tomaran parte en la fuerza si no tenían relaciones diplomáticas con Israel. Además, el premier le pidió a su par de Italia, Romano Prodi, que ese país europeo lidere la fuerza internacional de paz. En la comunicación telefónica que Olmert mantuvo con Prodi, el premier israelí también le pidió que envíe tropas “de supervisión a los pasos de la frontera entre Siria y el Líbano”. El pedido israelí difiere de lo anunciado hasta ahora, que indicaba que sería Francia el país que encabezará la fuerza internacional de paz que se establecerá en el Líbano para hacer cumplir la resolución 1701.
Amir Peretz, el ministro de Defensa, dijo durante una reunión de gabinete ayer que Israel no debe permitir que el Ejército libanés, que comenzó a desplegarse al sur del río Litani la semana pasada, se establezca a menos de dos kilómetros de la frontera israelí antes que la fuerza internacional llegue al lugar. “De otra forma, esto abriría el camino para que regrese Hezbolá”, argumentó. Hasta ahora, ni a Israel ni a Hezbolá les entusiasma una reanudación de las hostilidades. “Israel no quiere que la tregua colapse. Pero el Consejo de Seguridad aceptó unánimemente nuestra posición de que un alto el fuego no puede ser explotado por Hezbolá para rearmarse y reagruparse”, dijo Peretz.
Elias Murr, el ministro de Defensa libanés, dijo que Hezbolá está comprometido con el cese de fuego. También advirtió a las otras milicias, sin nombrarlas pero presuntamente las palestinas, de atacar a Israel con cohetes. Por su parte, el jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, Dan Halutz, dijo que el ejército de su país derrotó a Hezbolá “sólo por puntos”. “Podemos definitivamente decir que la guerra concluyó con una victoria israelí; en base a los resultados conseguidos, fue un triunfo por puntos y no por knock out”, señaló el jefe militar.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.
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