Animado por el éxito de la milicia Hezbolá en el Líbano, a la cual supuestamente financia, Irán rechazó una demanda occidental clave dirigida a poner freno al programa nuclear de Teherán, provocando una nueva confrontación con Occidente. En la víspera de un plazo para responder a la oferta de incentivos económicos y tecnológicos a cambio de la suspensión de enriquecimiento de uranio de Irán, el vocero del Ministerio de Exteriores dijo ayer que “no suspenderán el programa”.

“Todo debe salir de negociaciones, pero la suspensión del enriquecimiento de uranio no está en nuestros planes”, dijo el vocero Hamid Reza Asefi. Además, señaló que Irán ofrecería una “respuesta multifacética” al paquete occidental mañana. Pero cualquier ofrecimiento que no sea la suspensión del enriquecimiento de uranio, que podría eventualmente llevar a la producción de un arma nuclear, forzará al Consejo de Seguridad de la ONU a considerar sus amenazas de sanciones contra Irán.

Por otra parte, el ministro de Defensa iraní, el general Mostaza Nayar, dijo que “sería una estupidez” un eventual ataque de Israel o Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán. Las declaraciones se conocieron mientras continúan las maniobras militares iniciadas el sábado por las Fuerzas Armadas iraníes, que según las autoridades son las más importantes en los últimos años.