Por Suzanne Goldenberg
Desde Jerusalén
El liderazgo palestino dijo ayer que apoyaba la destitución de tres jefes claves de seguridad, pero la lentitud y la falta de decisión de Yasser Arafat en el tema siembran dudas sobre su habilidad para lograr reformas importantes. Después de 48 horas de confusión y rencor, finalmente quedó en claro ayer que dos de los tres comandantes de policía habían sido despedidos y dejaban sus puestos. Un tercero, el poderoso jefe de seguridad de Cisjordania Jibril Rajub, resolvió irse, pero no antes de proclamar su disidencia con la decisión. “Son un oficial, así que en cuanto esté el decreto presidencial para transferirme a otra posición, dejaré este puesto inmediatamente, no dudaré”, les dijo a los reporteros.
Funcionarios palestinos dijeron que Rajub cambiaría puestos con el gobernador de la ciudad de Jenín en Cisjordania, Zuhair Manasreh. La confusión sobre la posición de Rajub, y su indignación cuando se esparció la noticia de su destitución, fue descripta por los comentadores israelíes como una señal de la debilidad de Arafat, que mostraría que el jefe palestino es incapaz de llevar adelante medidas impopulares. El gabinete de Arafat negó las declaraciones, diciendo que la confusión era el resultado de una filtración: la noticia se supo antes que Arafat hubiera firmado y enviado todas las cartas de despido. Y todavía no era claro cuál sería el destino de Rajub.
Pero ayer sí fue claro que ninguno de los funcionarios de Arafat puede enfrentarse a él y ganar. Mahmoud Abu Marzouk, el jefe de defensa civil en Gaza, fue despedido formalmente, y se fue calladamente el martes a la noche. El jefe de policía de Gaza, Ghazi Jabalí, recibió su aviso ayer a la mañana, e inmediatamente emitió una declaración a través de sus edecanes. “El Mayor General Gahzi al-Jabali decidió renunciar a su puesto para preparse para su postulación en las próximas elecciones presidenciales”, dijo una alta fuente de seguridad palestina.
Rajub tiene un movimiento de base, especialmente entre los activistas de Fatah en Cisjordania, que son la base del apoyo de Arafat y de sus hombres de seguridad. Su relación personal con Arafat está en terreno movedizo, sin embargo, y los dos tuvieron una discusión a los gritos a comienzos de este año, cuando se dijo que el líder palestino sacudió su fusil sobre la cabeza de Rajub. La posición de Rajub ha decaído desde abril, cuando un sitio israelí a sus cuarteles terminó con la entrega por Rajub de un número de activistas de Hamas que estaban atrapados adentro.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère