El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, visitó ayer a su amigo y aliado Hugo Chávez. Después de participar en la Cumbre de Países No Alineados en La Habana, los dos mandatarios viajaron a Caracas para afianzar su “alianza estratégica”, antes de partir a Nueva York para la reunión de la Asamblea General de la ONU. En una visita fugaz de 30 horas, reafirmaron su oposición a la política “imperialista” de Estados Unidos, firmaron 29 acuerdos de cooperación para, por ejemplo, crear un fondo millonario de inversión conjunta o empresas mixtas.

Los nuevos acuerdos contemplan en su mayoría la creación de empresas mixtas con tecnología iraní, destinadas a la cooperación en diversas áreas, desde la exploración petrolífera a la producción minera, y desde proyectos petroquímicos a códigos de vuelo compartidos entre las compañías aéreas de los dos países. Chávez inclusive dejó la puerta abierta a una futura cooperación en materia nuclear. Sin embargo, fue contundente al rechazar las versiones de diplomáticos colombianos que aseguraban que Caracas estaría extrayendo uranio para proveer a Teherán. “Ya empezaron los ataques de los imperialistas internos y externos. Dicen que el presidente de Irán viene a buscar uranio y que nosotros ya lo producimos. No se cansan de mentir”, acusó el presidente venezolano.

La alianza con Irán no es nueva. El ex presidente iraní Mohamed Jatami visitó Venezuela en marzo de 2005, cuando firmó 25 acuerdos de cooperación marítima y para la construcción de viviendas, e inauguró la primera fábrica financiada con dinero iraní. Chávez, a su vez, ya ha visitado Teherán cinco veces, la última a fines de julio pasado. Su alianza se extiende también al presidente cubano Fidel Castro. Durante su paso por Cuba, Ahmadineyad visitó al veterano dirigente, según informó ayer el diario oficial cubano, Granma. Tanto Cuba como Venezuela fueron de los pocos países del mundo que se enfrentaron a las principales potencias al apoyar el derecho iraní a desarrollar su programa nuclear civil.