El presidente francés propuso a las potencias del Consejo que no le pongan condiciones a Teherán para abrir las negociaciones.
› Por J.M. Marti Font *
Desde París
El presidente francés, Jacques Chirac, propuso ayer a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania que dejen de exigir a Irán la suspensión del enriquecimiento de uranio como condición previa a la apertura de negociaciones sobre el programa nuclear que desarrolla el régimen de los ayatolás. Antes de partir hacia Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, en una entrevista radial, Chirac reafirmó la independencia de la política exterior francesa respecto de Estados Unidos y censuró las veleidades pronorteamericanas de su ministro del Interior y probable candidato presidencial, Nicolas Sarkozy. Además, volvió a dejar la puerta abierta a la posibilidad de que se presente a un tercer mandato en las elecciones del próximo año, al anunciar que hasta marzo no develará sus intenciones.
El jefe del Estado francés, que aprovecha todas las oportunidades que se le presentan para erigirse en protagonista de los grandes temas de política internacional, se mostró ayer partidario de agotar la vía del diálogo en el contencioso que enfrenta a las seis potencias –Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania– con Irán en torno del programa nuclear puesto en marcha por Teherán y del enriquecimiento de uranio, que podría permitir la fabricación de bombas atómicas. La concesión a Irán parece estar vinculada a eventos en el Líbano, donde ha habido preocupación de que soldados franceses puedan ser atacados por la milicia libanesa Hezbolá, financiada supuestamente por Irán, por la dura postura tomada anteriormente por Francia en las negociaciones.
Washington exige que Teherán renuncie a enriquecer uranio durante las negociaciones bajo la amenaza de llevar la crisis al Consejo de Seguridad de la ONU. Chirac sugiere que lo primero es “encontrar un orden del día” de las negociaciones para abrirlas a continuación. El presidente francés está convencido de que es posible “encontrar soluciones a través del diálogo” y considera que las negociaciones pueden iniciarse sin la condición previa de que Irán acepte detener su programa de enriquecimiento de uranio. “Nunca he observado que las sanciones sean muy eficaces”, dijo Chirac. “No digo que finalmente no se pueda llegar a ese punto, pero incluso en ese caso las sanciones deberían ser moderadas y adaptadas”, añadió.
Irán ha hecho oídos sordos a la petición del Consejo de Seguridad del pasado 31 de agosto para que suspendiera sus actividades de enriquecimiento de uranio e insiste en rechazar que ésa sea una condición previa para iniciar las conversaciones. Recientemente, sin embargo, fuentes próximas al alto representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, que negocia con Irán en nombre de las seis potencias, aseguran que Teherán aceptaría una suspensión temporal del enriquecimiento de uranio. El matiz que supone pedir la suspensión del enriquecimiento de uranio “durante” las negociaciones y no como condición previa, sería un paso en este sentido.
Chirac recibió la semana pasada en París a un enviado del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, pero ayer no pareció dispuesto a reunirse en Nueva York con el líder iraní que asistirá a la Asamblea General de la ONU. “Nada está previsto”, dijo Chirac. “No se dan las condiciones para un diálogo personal con Ahmadinejad a causa de sus declaraciones sistemáticamente antiisraelíes”.
Por otra parte, en la 50ª conferencia del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el vicepresidente de Irán, Gholam Reza Aghazadeh, apuntó la posibilidad de “llegar a una solución mediante negociaciones basadas en buenas intenciones, flexibilidad y deseo político”. “Irán está listo para negociaciones y un compromiso político”, agregó.
Con quien sí mantendrá una reunión será con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Pero Chirac quiso dejar claro que el encuentro se produce “a petición de Bush”, con quien mantiene relaciones “muy buenas y de confianza, pero que son entre iguales y no pueden ser de sumisión”. El presidente francés reaccionaba así al contenido político de la visita de Sarkozy a Estados Unidos con motivo de la conmemoración de los cinco años del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, en la que el ministro del Interior francés pareció indicar que, de ser elegido presidente, protagonizaría un acercamiento a la política exterior norteamericana.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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