Israel calificó de “escupitajo en la cara de la comunidad internacional” las declaraciones hechas el viernes por Hassan Nasralá, el líder del grupo chiíta libanés Hezbolá. “Hezbolá dispone actualmente de más de 20.000 misiles y ahora es más fuerte de lo que lo era antes de la guerra contra Israel”, afirmó Nasralá ante una multitudinaria concentración convocada en Beirut, denominada “Marcha de la Victoria”. “No existe ningún ejército en el mundo que pueda obligar a su milicia a desarmarse”, afirmó el líder del grupo libanés.

“La milicia no estará siempre armada, pero antes hay que tratar varias causas que justifican tal medida”, dijo Nasralá en referencia al desarme de Hezbolá, en el primer discurso público tras la guerra ante 500.000 personas. Entre las causas, nombró la incapacidad del ejército para defender el país. “Ningún ejército del mundo podrá forzarnos a dejar las armas. No son chiítas. Son armas libanesas para todos los libaneses y nunca serán usadas dentro del país”, agregó el líder, dando a entender que no harán caso a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU. Dicho documento puso fin a 34 días de combates entre Israel y Hezbolá el pasado 14 de agosto y exhorta al “desarme de todos los grupos armados en el Líbano”.