El mensaje que envía Beijing es que existe un consenso para castigar a Pyongyang.
› Por Clifford Coonan *
Desde Beijing
Mientras las tensiones continuaban aumentando en Asia por la pulseada nuclear en la península coreana, China le advertía a Corea del Norte sobre las “serias consecuencias” que tendría llevar a cabo su amenaza de probar su primera bomba nuclear. A Corea del Norte le quedan pocos amigos en el mundo y Beijing es su único aliado significativo. Tiende a inclinarse por una línea conciliadora cuando trata con Pyongyang, de manera que las declaraciones del enviado de las Naciones Unidas a China, Wang Guangya, de que nadie protegería a Norcorea si sigue adelante con la “mala conducta”, son una reprimenda al hermético enclave soviético.
“Creo que si los norcoreanos hacen la prueba nuclear, tendrán que darse cuenta de que se enfrentarán a serias consecuencias”, dijo Wang. La línea decididamente más dura de China con Corea del Norte es la última señal de que la comunidad internacional está lista para mostrar un frente unido al tratar con las repetidas amenazas de Pyongyang sobre temas nucleares. Los monitores en Japón y Corea del Norte no ven señales de una prueba inminente, pero un funcionario de inteligencia de Estados Unidos dijo que había señales de movimiento de gente y equipos en un posible lugar de prueba.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que Moscú estaba trabajando con Corea del Norte tratando de disuadirlo de la prueba. Un avión militar de Estados Unidos, capaz de detectar radiación, despegó del sur de Japón y se cree que es parte de los esfuerzos estadounidenses para detectar cualquier señal de una posible prueba. “Debemos hacer cualquier cosa para que eso no suceda”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa en una visita a Varsovia. “Estamos trabajando con el gobierno de Corea del Norte para que no den los pasos que impactarían negativamente.” Corea del Norte depende de Beijing para el alimento y el combustible. Algunos analistas dicen que la contribución de China es la diferencia entre sobrevivir y colapsar para el gobierno de Kim Jong II.
Hasta ahora en la crisis, China apeló a la calma, diciendo que espera que Corea del Norte “ejercite la calma y reflexión necesarias” y pidió que el tema sea tratado en las conversaciones de las seis naciones, que incluyen a las dos Coreas, Estados Unidos, China y Rusia. Las estancadas conversaciones son básicas para los esfuerzos de Beijing de impulsar sus credenciales diplomáticas para igualar su creciente influencia regional y asumió el rol de un mediador honesto en las conversaciones.
El martes, Corea del Norte nuevamente provocó temores de una guerra atómica en Asia cuando dijo que estaba planeando pruebas nucleares para poder construir un arsenal nuclear para protegerse contra los ataques de Estados Unidos. Pyongyang está convencido de que Washington está planeando invadir Corea del Norte. Estados Unidos, que considera a Corea del Norte uno de los “Estados parias”, negó que tuviera ningún plan de invasión, pero Christo-pher Hill, el alto enviado de Washington a las conversaciones que apuntan a resolver la crisis, dijo esta semana que Estados Unidos no aceptaría a una Corea del Norte armada con armas nucleares. Se cree que Corea del Norte desarrolló un puñado de bombas, pero que nunca antes había anunciado que probaría una.
La amenaza de una prueba causó seria alarma en Corea del Sur. El presidente Roh Moo-hyun, que debe visitar China dentro de poco para discutir la crisis, enfatizó la creciente oposición internacional a las acciones norcoreanas al decirle a su gobierno que apurara los esfuerzos diplomáticos para detener cualquier prueba y enviar una “seria advertencia” sobre las repercusiones. También quiere que sus funcionarios hagan un “plan de contingencia” en caso de que la situación en la región empeore.
Japón, cuyas ciudades están dentro del alcance de los misiles coreanos, también está preocupado por la escalada. A pesar de las tensas relaciones bilaterales con China, el recientemente electo primer ministro Shinzo Abe viajará a Beijing el 8 de octubre para discutir el tema nuclear. La oposición internacional a las amenazas de Corea del Norte contrasta con la reacción menos unificada, cuando en julio Pyongyang probó misiles. Los funcionarios rusos dijeron que estaban trabajando con el gobierno de Corea del Norte para que no pruebe un misil.
Mientras la comunidad internacional condenaba la amenaza de Corea del Norte, un diario con un fuerte vínculo con el Norte dijo que el régimen no estaba mintiendo. “La declaración de la prueba nuclear no era un lenguaje vacío, sino que anunciaba la premisa de la acción”, decía el diario Choson Sinbo, que está dirigido por norcoreanos en Japón. En 2002, Corea del Norte recomenzó su reactor nuclear en Yongbyon y obligó a dos monitores nucleares de la ONU a abandonar el país. No es claro cuánto ha progresado el trabajo en la planta desde entonces.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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