Un día después de la aprobación en el Consejo de Seguridad de sanciones contra Corea del Norte, Estados Unidos ya comenzó a presionar a China para que suspenda su ayuda a Pyongyang. Corea del Sur, en tanto, se comprometió a cumplir la resolución, aunque adelantó que no renunciará a sus dos principales proyectos civiles que mantiene en el país vecino: un centro vacacional en las montañas y un parque industrial. Mientras las potencias endurecen su discurso, Rusia anunció ayer que Pyongyang estaría dispuesta a volver a negociar con Washington y los países de la región. La crisis se disparó tras el reciente ensayo nuclear norcoreano.