Desde que Evo Morales hizo su gira internacional previa a su asunción como presidente de Bolivia en un avión de la fuerza aérea venezolana, nadie dudó de que ese sería sólo el inicio de una estrecha relación entre Morales y Hugo Chávez. Según Alex Contreras, vocero del Palacio Quemado, gracias a la ayuda venezolana Bolivia ha logrado desarrollar un proceso de documentación de sus ciudadanos más pobres, construirá puestos militares para poder controlar de manera efectiva sus fronteras, entregará radios comunitarias a los campesinos, comenzará con el proceso de industrialización de la hoja de coca y dará más de 5000 becas de estudios en tecnología y medicina a jóvenes bolivianos. Por otro lado, Venezuela mantendrá abiertos sus mercados para todos los productos bolivianos, sobre todo la soja cruceña, que puede quedarse sin compradores luego de la firma de acuerdos comerciales de los países andinos con Estados Unidos.

Pero, según Contreras, estos acuerdos se extienden también al aprovechamiento de los recursos naturales. Técnicos venezolanos asesoraron a Bolivia en la concesión del cerro Mutún a una empresa india y apoyarán en la reactivación del sector minero en el Altiplano boliviano.

Pero los mayores negocios entre Bolivia y Venezuela se dan en el campo de los hidrocarburos. Petróleos de Venezuela ha anunciado inversiones en Bolivia por más de 1500 millones de dólares, con lo que equilibra las inversiones de Petrobras en territorio boliviano. Con eso y el contrato de venta de gas a Argentina por 17.000 millones de dólares, Bolivia puede negociar sus contratos con mucha más holgura y no sólo con las 10 empresas petroleras que trabajan en el país andino, sino con su enorme vecino de al lado: Brasil. “Con Venezuela compartimos el proyecto ideológico y político de construir una patria grande y con Brasil existe una gran fraternidad. Pero en ningún momento existe una relación de dependencia, sino de respeto mutuo”, contó Contreras. Distinta es la mirada de Javier Limpias, representante de Poder Democrático Social, el principal partido de oposición. Limpias asegura que Chávez tiene una estrategia para dominar el continente. “Desde mediados del año pasado interviene en todas las elecciones de la región. Le salió bien en Bolivia, pero fracasó en Perú y México. Está por verse qué pasa en Ecuador y Nicaragua”, señaló. La oposición había acusado a Chávez de financiar la campaña electoral de Morales, pero éste lo negó, mostró la lista de gastos, aseguró que los habían pagado los gremios cocaleros y se dio el lujo de devolver la mitad de la subvención estatal a los partidos políticos y ganó con el 54 por ciento de los votos.