Otras dos guerrillas advirtieron anteayer que ellas también usarán las armas “si el ejército mexicano y las diversas corporaciones policíacas entran en Oaxaca a desalojar a maestros y ciudadanos”. Dirigentes de Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP) y del Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas Barrientos (Mrlcb), que operan en el estado de Guerrero, dijeron en un comunicado que “creemos que se está en condiciones de responder a la represión que día a día se perfila como una de las políticas y estrategias que el gobierno espurio de (Felipe) Calderón pretende instrumentar”.

Los más de cinco meses de crisis política en Oaxaca y la permanente amenaza de represión contra la APPO y los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación han despertado a varias células guerrilleras que operan en el sudeste mexicano. La semana pasada, el Subcomandante Marcos, dirigente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ofreció a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca el apoyo incondicional del movimiento armado y advirtió que “si tocan a la APPO, nos tocan a todos”, mientras que otro grupo guerrillero que opera en Oaxaca, las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), llamó a los grupos armados clandestinos que existen en el país a mantenerse alerta para actuar en el momento en que se desate la represión en el estado.

Otro grupo de “encapuchados con armas” apareció el 31 de agosto, en las afueras del pequeño poblado de Santa Catarina Ixtepeji, en el estado de Oaxaca, en supuesto apoyo al movimiento magisterial. Los hombres repartieron volantes en los que se identificaban como Brigadas Populares de Liberación, Brigada de Ajusticiamiento 2 de Diciembre, Organización Insurgente 1º de Mayo, Colectivo Revolucionario Francisco Javier Mina y Tendencia Democrática Revolucionaria. El 2 de octubre pasado, al cumplirse 38 años de la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, en la Ciudad de México, un presunto grupo guerrillero autodenominado Organización Revolucionaria Armada del Pueblo de Oaxaca hizo estallar tres petardos en sucursales bancarias en una céntrica zona de la capital oaxaqueña, declarándole la guerra al gobierno federal. Exigen la liberación de presos, la salida del gobernador Ulises Ruiz y la solución a las demandas “del pueblo combatiente”.