“La utopía que ustedes soñaron y escribieron se está viviendo en Bolivia, la unidad entre el poder popular y el gobierno es una realidad”, dijo Santos Ramírez, presidente del Senado boliviano y quien inauguró el Encuentro de Liberación de la Patria Grande denominado Solidaridad con la Nación Boliviana. En el coliseo municipal de Sucre (Bolivia), la noche del viernes comenzó un encuentro que reúne a 900 delegados de movimientos sociales de 14 países para crear el Bloque Regional de Poder Popular (BRPP), una especie de confederación de activistas que intentará influir en la agenda pública de América Latina.

Llegados desde Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Paraguay, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y de los cuatro rincones del territorio boliviano, escucharon la arenga de Ramírez que los llamaba a repetir la experiencia boliviana en todo el continente: “No sólo hay que refundar Bolivia, hay que refundar la patria grande”, dijo.

Pero fue Benigno López, representante de los campesinos de Formosa, quien planteó una agenda de futuro. Delante de una enorme gigantografía desde la que Evo Morales sonreía con complacencia, el argentino se refirió a una promesa del presidente boliviano: invitar a los movimientos sociales a que debatan con los presidentes sudamericanos en la Cumbre de Jefes de Estados Sudamericanos a realizarse en diciembre en la ciudad de Cochabamba (centro de Bolivia).

Según López, en ese marco y frente a todo el pueblo, les preguntarán a los mandatarios por qué continúan pagando “una deuda externa fraudulenta que ya se ha cancelado al menos tres veces”. También debatirán sobre qué se necesita para expulsar de una vez por todas a los militares estadounidenses de todas las bases de la región, para crear un pacto cívico-militar en toda la región para defendernos de las agresiones de Estados Unidos y, sobre todo, cuándo se diseñará una verdadero plan de industrialización que saque a toda la región del subdesarrollo. Otros de los puntos clave de dicho encuentro será la propuesta de una alianza estratégica entre el Estado y los movimientos sociales para construir una democracia participativa. “Ese es el socialismo del siglo XXI”, dijo López.

Para el peruano Juan José Gorriti, crear una democracia participativa, que permita al pueblo intervenir en las decisiones gubernamentales, es lo más cercano a crear un país socialista. Considera que la democracia de cuatro o seis años que tenemos hoy en día no permite llamar a cuentas a los gobernantes y que se deben crear mecanismos para que los pueblos se gobiernen de manera directa. “Cuba es una señora de 47 años de democracia socialista. La República Bolivariana de Venezuela es una niña de 8 años de democracia socialista y Bolivia es un feto a punto de gestarse y que quiere ser abortado por las clases dominantes”, dijo Gorriti.

Waldemar de Gregory, representante la Asociación de Cibernética Social, explicó que si un país no tiene la oportunidad de practicar el autogobierno, su oposición al poder debe ser ferviente. En su opinión, el manejo independiente de los recursos naturales, culturales, económicos y sociales son primordiales para llegar a la madurez socialista y es el punto de partida de una democracia plena, absoluta e irreversible.

Para hoy se espera la presencia del presidente Evo Morales, que ofrecerá una conferencia denominada “Alianza entre el poder popular y el Estado en la liberación social, nacional y regional”. Luego, todos los delegados elaborarán estrategias para que el sueño de Martí y Bolívar de crear una patria latinoamericana cabalgue de nuevo desde el río Bravo hasta la Patagonia.