Vie 03.11.2006

EL MUNDO

“Mostré que puedo gobernar mejor que Cardoso y hoy compito conmigo”

El reelecto presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, promete un espectacular crecimiento en su país para los próximos cuatro años. Quiere un Brasil protagónico en el escenario internacional y alienta la firma de un acuerdo entre el Mercosur y la UE.

› Por Jorge Marirrodriga *
Desde Brasilia

Enfrascado en la formación de su nuevo gobierno, Luiz Inácio Lula da Silva –Caetés, Pernambuco, 1945– apenas disfruta de la victoria electoral que el pasado domingo le ratificó como presidente de Brasil hasta el año 2010. El mandatario brasileño recibe a los corresponsales de El País, La Repubblica y Le Figaro en su despacho del palacio presidencial de Planalto, en Brasilia, momentos antes de volar a Salvador de Bahía para tomar su primer descanso desde que comenzara la campaña electoral. Promete un espectacular crecimiento de su país en los próximos años.

–¿Qué perspectiva tiene en su segundo mandato?

–Quiero tener un segundo mandato infinitamente mejor que el primero. Ahora ya no tengo que compararme con el fracaso de la política de Fernando Henrique Cardoso (el anterior presidente 19952002), sino con lo que he hecho yo. He demostrado que puedo gobernar mejor que Cardoso, pero ahora tengo que competir conmigo mismo, que es más difícil.

–Usted ha anunciado una reforma política para su segundo mandato. ¿Qué dificultades prevé en el proceso?

–La reforma política será obra de los partidos políticos y del propio Congreso. Es un proceso que antes ha sucedido en España, Italia y Francia. El problema es que cuando el sistema político queda empobrecido los partidos se acomodan. Lo que queremos es una legislación que permita la renovación de los partidos políticos, que haya fidelidad en sus militantes, estabilidad interna mediante una lista de candidatos y que la financiación de los partidos sea pública y no privada. Quiero sacar la reforma adelante de manera urgente.

–¿Qué papel juegan los escándalos de corrupción en la reforma?

–Una de las cosas que me enorgullecen es que mi primer mandato se haya caracterizado por una política de lucha contra la corrupción. Alguna vez he comentado con el ministro de Justicia que a medida que se descubren grupos de corruptos, la gente puede confundir el combate contra la corrupción con el surgimiento de ésta. Los datos de la Policía Federal demuestran que las bandas que hemos descubierto llevaban años operando en el país y nadie decía nada. Se prefirió guardar la corrupción debajo de la alfombra y nosotros la hemos sacado a luz. Entre 2003 y 2006 la Policía Federal realizó más de 300 operaciones contra la corrupción organizada. En los anteriores ocho años apenas fueron 48.

–Su forma de gobernar desde la izquierda es a menudo comparada con otra forma diferente, la del venezolano Hugo Chávez. ¿Qué le parece la comparación?

–No tiene sentido. Cada presidente gobierna en función de la cultura política de su país. La relación de Venezuela con Estados Unidos no es la relación de Brasil con Estados Unidos. Las necesidades de Venezuela no son las mismas que las de Brasil. ¿Qué hacemos con estas comparaciones entre presidentes de países distintos? Creo que Chávez es un bien para Venezuela. Es el presidente que en los últimos treinta años se ha preocupado por los pobres. Lo mismo ocurre con Evo Morales, quien defiende lo que tiene Bolivia. Chávez trabaja en función de la realidad política de Venezuela y yo, en la de Brasil. Cuando se trata de política exterior en Sudamérica pensamos igual, pero cuando se trata de relaciones estratégicas él puede pensar una cosa y yo pienso otra.

–¿Qué relación va a tener Brasil con Europa y Estados Unidos?

–Queremos una relación privilegiada con Europa y también queremos mantener una relación privilegiada con Estados Unidos, que es una relación estratégica y que es nuestro mayor socio comercial individual. Pero necesitamos abrirnos a nuevos espacios en este mundo globalizado y no podemos estar dependiendo de una economía o dos. Hemos de pensar primero en quién está más próximo a nosotros, cuáles son las similitudes entre los países de Sudamérica y Brasil y qué podemos hacer para ayudarnos mutuamente.

–Brasil lidera el bloque económico del Mercosur. ¿Qué proyectos tiene respecto de la Unión Europea?

–Brasil quiere tener un papel muy fuerte en el plano internacional y que se firme un acuerdo Mercosur y la UE. Aunque estas cosas siempre son muy difíciles terminan teniendo una solución razonable porque Brasil y Europa compartimos intereses estratégicos comunes. Estoy convencido de que Brasil está en el camino correcto de su política exterior. He recibido informes del Ministerio de Asuntos Exteriores de que en noviembre del año pasado nuestras exportaciones alcanzaron los 135.000 millones dólares y un superávit comercial de 46.000 millones de dólares. Si para nosotros es importante una alianza preferente con Sudamérica, es porque somos un país rico, pero no podemos crecer con países pobres alrededor. Sabemos cómo ayudar a esos países porque somos la mayor economía de Latinoamérica y tenemos obligaciones hacia nuestros socios.

–¿Hay un cambio en la política exterior?

–Hemos eliminado de nuestro diccionario cualquier atisbo de hegemonía. Brasil no quiere liderar nada, sino ser socio de todos los países y trabajar en armonía para que la gente pueda ver crecer nuestro continente.

–Usted ha prometido que Brasil crecerá al 5 por ciento y no al 2,5 por ciento actual. ¿Por dónde pasará el cambio económico?

–Hemos tenido que hacer grandes sacrificios durante estos años para garantizar la llegada al final de mi mandato con un Brasil muy equilibrado en términos de política monetaria. Ahora tenemos gran crecimiento de exportaciones, mercado interno, masa salarial, crédito y una caída de la inflación y la miseria. Por tanto, tenemos la estructura de la casa a punto para que la gente pueda dar el siguiente paso. Llevamos un año y medio sacando adelante el PPP (una ley que favorece la inversión privada en grandes obras públicas) para inversiones en grandes proyectos públicos. Estas inversiones se pondrán en marcha los tres primeros meses del año que viene.

–¿Qué papel jugará la inversión extranjera?

–Pretendo realizar numerosos seminarios con inversores españoles, italianos, franceses, ingleses o americanos para mostrar los nichos de oportunidad para el inversor en Brasil. Tengo la certeza de que Brasil puede crecer al 5 por ciento y mucho más.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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