Andrés Manuel López Obrador se proclamó ayer presidente legítimo de México. Frente a un Zócalo repleto, el líder del Frente Amplio Democrático prometió una transformación democrática de fondo y reivindicó su derecho a la resistencia. “Aceptar las reglas del actual régimen sería posponer el cambio democrático y resignarnos impotentes ante el proferir de las elites económicas y políticas que han secuestrado a las instituciones públicas”, afirmó el ex jefe de gobierno de D. F., quien hace meses rechaza la victoria electoral del oficialista Felipe Calderón. López Obrador utilizó su largo discurso para presentar su plan de 20 puntos, que se parece mucho a un programa de gobierno. El dirigente tabasqueño no se privó de excentricidades al crear su futuro gabinete, con ministerios como el de Honestidad y Austeridad Republicana, una idea basada en el ex presidente Benito Juárez, que defendía salarios justos pero moderados.

El acto recordaba los mítines de los días posteriores a la elección del 2 de julio pasado. Con cerca de un millón de personas y un Zócalo rebosante, López Obrador repitió sus principales promesas: oponerse a la entrada en vigor de las últimas cláusulas del TLC con Estados Unidos y Canadá, garantizar la educación y la salud pública, entre otras. El nuevo “Ejecutivo legítimo” anunció que promoverá estas iniciativas a través del Frente Amplio Progresista, compuesto por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Convergencia y el Partido de los Trabajadores. Este será su brazo institucional en el Congreso, donde se dará su principal batalla, tanto para alcanzar su tan ansiado cambio democrático como para detener cualquier intento conjunto del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para aprobar leyes que vayan en contra del interés nacional.

Para evitar que el oficialismo y su más cercano aliado, el PRI, avancen en contra de sus aspiraciones de cambio, López Obrador reiteró su intención de construir la organización ciudadana más importante de la historia mexicana. Será una red integrada por los millones de representantes que tendrá su gobierno a lo largo de todo el territorio nacional. Ellos estarán atentos a cualquier llamado del ex jefe de gobierno de DF, sea por una injusticia, un acto inconstitucional o porque los sectores de derecha quieren imponer una medida en contra del pueblo. Con su sola palabra, auguró López Obrador, millones se movilizarán en todo el país para defender el interés nacional.

El líder perredista se adelantó a convocar a una nueva manifestación en el Zócalo, la plaza que ha sido testigo de la evolución de su movimiento de resistencia, para el próximo 1º de diciembre, para rechazar la asunción del panista Felipe Calderón. La noche no estuvo plagada de sorpresas como otras veces, excepto por la aparición a último momento de Silvio Rodríguez, quien se encargó de cerrar una noche muy esperada.