Mar 28.11.2006

EL MUNDO

Israel liberaría a presos palestinos

El premier israelí presentó una oferta de negociación con condiciones. Incluye liberar a los presos palestinos a cambio del soldado.

› Por Donald Macintyre *
Desde Jerusalén

Ehud Olmert hizo ayer un ofrecimiento para liberar a largo plazo a los prisioneros y lo puso en el centro de un extenso llamado a los líderes palestinos para que cumplan con las condiciones de Israel para volver a las negociaciones que, él insiste, podrían conducir a la “verdadera paz”. El primer ministro israelí buscó construir sobre el todavía tambaleante cese de fuego de dos días en Gaza, ofreciendo la perspectiva de un “verdadero diálogo” que apuntó a la creación de un “estado palestino independiente y viable”.

En un discurso que fue más allá al abandonar su desacreditada política de retiros de los territorios ocupados a cambio de negociaciones con el presidente palestino Mahmud Abbas, Olmert declaró: “Tiendo mi mano en paz a nuestros vecinos palestinos en la esperanza de que no me la devolverán vacía”. Olmert dijo por primera vez en público que, a cambio de la liberación de Gilad Shalit, el cabo israelí secuestrado por militantes de Gaza en junio, estaba preparado “para liberar a muchos prisioneros palestinos, aun aquellos que ya han sido sentenciados”.

Aunque no lo dijo explícitamente, la propuesta fue interpretada como que Israel había levantado su largo tabú contra la liberación de prisioneros “con sangre en sus manos”, siempre que las tortuosas negociaciones egipcias para la liberación del cabo Shalit tuvieran éxito. Mínimamente, pareciera que abre el camino para que Abbas gane su larga lucha por lograr la liberación de prisioneros convictos por llevar a cabo ataques antes de los acuerdos de Oslo en la década del ’90.

Pero en un discurso que fue más notable por un cambio de retórica que por un cambio de política, Olmert cuidadosamente no se desvió de las condiciones de Israel y del “Cuarteto” internacional para tratar con la Autoridad Palestina. Estas son: reconocimiento de Israel, renuncia a la violencia y cumplimiento de todos los acuerdos previos. Dijo que si el nuevo gobierno de coalición de reemplazo que Abbas está tratando de acordar con Hamas cumple estas condiciones y el cabo Shalit es liberado, entonces invitaría al presidente palestino “a reunirse conmigo inmediatamente, para llevar a cabo un diálogo real, abierto, genuino y serio entre nosotros”. Los funcionarios israelíes y los palestinos no confirmaron los informes de ayer acerca de que Condoleezza Rice, la secretaria de Estado de Estados Unidos, que está en Jordania esta semana, pronto estaría haciendo de intermediaria para una reunión preliminar entre los dos líderes.

En un marcado cambio de tono, Olmert usó su discurso durante una ceremonia en recuerdo del fundador de Israel, David Ben Gurión, para enfatizar más los premios que los castigos con su vecino. Si se cumplen las condiciones, se devolverán los 68 millones de dólares por mes que Israel debe a los palestinos por impuestos retenidos, habrá una reducción de cierres y puestos de control en Cisjordania y se facilitará el paso de bienes entre los territorios ocupados –incluyendo a Gaza– e Israel. Olmert dijo –la primera de tales declaraciones hechas por un primer ministro israelí– que había “puntos positivos” en la iniciativa de paz de Beirut patrocinada por los sauditas en 2002, prometiendo el reconocimiento de los estados árabes de Israel a cambio de un retiro de Israel a las fronteras de 1967.

Saeb Erekat, jefe negociador para la Organización para la Liberación Palestina, dijo: “Creo que Olmert sabe que tiene un socio y que es el presidente Abbas. Sabe que para lograr la paz y la seguridad para todos debemos apuntar al final del juego”. Erekat admitió –y condenó– las violaciones al cese de fuego (de Hamas y la Jihad), pero añadió: “Puede funcionar, y creo que debemos hacerlo funcionar”. En privado, algunos funcionarios palestinos, aunque no descartaron que el cambio de enfoque de Olmert pueda conducir a sustanciosas negociaciones, eran menos optimistas. Refiriéndose al plan para la retirada de sólo partes de Cisjordania, sobre lo que Olmert luchó efectivamente en las elecciones generales de marzo, uno dijo: “Esto es retirada plus”. Algunos funcionarios temen que Israel esté buscando que Abbas ratifique tal plan, posiblemente como un “Estado interino con fronteras provisorias” que no alcanzaría ni para las aspiraciones más modestas de un Estado palestino. Ghazi Hamad, vocero del gabinete palestino dominado por Hamas, fue más lejos anoche al declarar: “Esto es una conspiración. Esta es una nueva maniobra. Olmert está hablando sobre el estado palestino sin dar detalles de las fronteras”.

Anoche el escepticismo palestino igualaba al de Israel. El discurso no tomó en consideración los problemas del cese de fuego, incluyendo la continua importación de armas a Gaza por parte de Hamas o las dudas sobre la capacidad de Abbas para llegar a cumplir el trato.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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