Desde Jerusalén

Ehud Olmert, el primer ministro de Israel, autorizó ayer la remoción de docenas de puestos de control de Cisjordania como parte de un paquete de medidas destinadas a aliviar las restricciones sobre los palestinos. También apuntó a fortalecer al presidente Mahmud Abbas en su lucha de poder con el gobierno Hamas, después de la reunión cumbre el sábado a la noche en la que los dos líderes se reunieron por primera vez desde que Olmert se hizo cargo del gobierno en enero pasado. Israel dice que aumentará el volumen de los productos palestinos que crucen desde la Franja de Gaza a Cisjordania por puestos israelíes y que tratará de acortar las filas de individuos que esperan para ser revisados. También aumentará el número de permisos para que los palestinos entren a Israel.

La decisión fue adoptada por el primer ministro en una reunión con Peretz y altos mandos de los organismos de seguridad, entre ellos el jefe del ejército, Dan Halutz. Israel también dijo que debería comenzar a desmantelar una minoría de los 400 puestos de control en Cisjordania que actualmente hacen que sea difícil o imposible que lo palestinos vayan a trabajar a Israel, pero no dio una fecha. Ephraim Sneh, el viceministro de Defensa, dijo que serían removidos 27, aunque el anuncio del gobierno era menos específico. Dijo que finalmente se daría una orden “dependiendo de los sucesos de los próximos días”. Esto puede haber sido una velada referencia a la seguidilla de disparos de cohetes Qassam hacia el sur de Israel desde la Franja de Gaza violando el cese de fuego acordado un mes atrás.

El ministro de defensa israelí presentó en la reunión celebrada ayer en la oficina del primer ministro en el parlamento israelí, todo un paquete de medidas para mejorar las condiciones de la población palestina. Entre las medidas está la construcción de una decena de carreteras rurales junto a la carretera 60, a fin de reducir la fricción entre los colonos y los palestinos. La carretera 60 cruza Cisjordania de norte a sur y es vital para el tráfico de los palestinos de una aldea a otra. A menudo, cuando se produce algún incidente, esa arteria se cierra por motivos de seguridad, bloqueando el paso a los palestinos. “El plan propuesto puede ayudar a cambiar el ambiente, a fortalecer a las fuerzas moderadas y a alejar a la población civil del círculo del terrorismo”, dijo Olmert al concluir el encuentro.

El equipo de seguridad de Olmert se reunirá el jueves para revaluar la política de Israel de contención. La misma reunión considerará la liberación de prisioneros de seguridad palestinos para la festividad musulmana de Id al-Adha, que comienza la semana que viene. Los ministros están suavizando su insistencia que primero Hamas debe liberar al soldado Gilad Shalit, secuestrado en un ataque a través de la frontera hace seis meses. Se espera que cualquier liberación de prisioneros alcance los dos dígitos, mucho menos que los cientos exigidos por Hamas por el soldado Shalit. La mayoría, indicaron los funcionarios, serían mujeres y niños.

El servicio de prisión israelí dice que tiene alrededor de 10.000 palestinos acusados de delitos contra la seguridad nacional. De esos, más de cien son mujeres y varios cientos son menores de dieciséis años. Amir Peretz, el ministro de Defensa, dijo ayer que el apoyaba la liberación de prisioneros, aún si el soldado Shalit permanecía en cautiverio. “Hubo una liberación humanitaria de prisioneros cada año al acercase el Id al Adha, Navidad, la semana feriada”, sostuvo. “Un acto humanitario tal como este no postergaría la liberación de Gilad Shalit y, espero, aumentaría las probabilidades.” Como tan a menudo en los últimos años, las festividades de Navidad en el lugar donde todo comenzó fueron apagadas. Cientos de creyentes llenaron la Iglesia de la Natividad en Belén ayer, pero la mayoría eran cristianos locales de Cisjordania o Israel. Pocos peregrinos extranjeros, la fuerza económica de la ciudad, se animaron a cruzar los puestos de control israelí y palestinos, aunque Israel provee de ómnibus desde Jerusalén y prometió apurar las inspecciones.

Parte de la estrategia de Olmert para distender las relaciones con los palestinos parecería ser un acercamiento a Siria. El primer ministro israelí aseguró ayer que estaría dispuesto a reanudar el diálogo de paz con Siria. Condicionó estas negociaciones a que Damasco se comprometa a no ayudar a los grupos anti israelíes palestinos y libaneses. La oferta de Olmert llega semanas después que el gobierno sirio se mostrara dispuesto a reanudar las conversaciones con Israel.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère