Pese al optimismo del gobierno cubano, cada vez hay más señales que indican que la salud de Fidel Castro no estaría mejorando. Un reconocido cirujano español, experto en operaciones en el sistema digestivo, llegó a fines de la semana pasada a la isla, según reconocieron ayer autoridades del hospital Gregorio Marañón de Madrid. El doctor José Luis García Sabrido había llegado el jueves pasado en un avión especialmente alquilado por el gobierno cubano para examinar al veterano dirigente, quien a mitad de este año tuvo que dejar sus funciones para ser operado de urgencia.

La noticia se conoció por primera vez el domingo, cuando el diario El Periódico de Cataluña informó el viaje del médico español a la isla. “El avión trasladó también material clínico de última generación del que no se dispone en La Habana, en previsión de posibles intervenciones quirúrgicas o de nuevos planteamientos terapéuticos”, agregó el matutino. Desde La Habana, las autoridades no quisieron comentar la visita del equipo español ni la posibilidad de una segunda operación.

Para muchos cubanos y amigos de Fidel de todo el mundo, otro mal indicio fue la incapacidad del presidente cubano de reunirse con su gran amigo, el escritor colombiano Gabriel García Márquez. El Premio Nobel llegó a la isla hace más de un mes, por los festejos del 80º aniversario de Fidel, y todavía no ha tenido oportunidad de visitar al líder cubano. Para los cercanos, éste no es un detalle más. En el pasado, el veterano dirigente siempre había visitado o recibido a su amigo.

Todas estas conjeturas comenzaron a cobrar un nuevo sentido después del gran faltón de Fidel en los festejos por su cumpleaños a principios de mes, cuando personalidades y amigos de todo el mundo viajaron a La Habana para ser testigos de su recuperación. Para disgusto de ellos –y alegría de otros–, se fueron con las manos vacías.