Mié 03.01.2007

EL MUNDO  › BUSH PLANEA AGREGAR TREINTA MIL SOLDADOS EN IRAK

Mascullando una estrategia

› Por Sandro Pozzi *
Desde Nueva York

La Casa Blanca tiene cada vez más claro que la única vía de garantizar la estabilidad y la seguridad en Irak es reforzando provisionalmente sus fuerzas en el frente de batalla hasta alcanzar los 160 mil soldados, concentrados en Bagdad y las provincias, donde la insurgencia es más activa. El presidente George W. Bush, quien pasó gran parte de su recreo de Navidad y Año Nuevo en su rancho de Texas consultando a asesores y reflexionando las diferentes opciones sobre Irak, es probable que haga su anuncio la semana que viene.

Bush se embarca esta semana en la fase más dura de su presidencia, con un Congreso controlado por los demócratas unido por primera vez contra él, adelantándose a su esperada y –por cierto– controversial decisión de enviar más tropas estadounidenses a Irak. Pero, cualquiera sea la decisión que tome, se enfrenta a un intenso escrutinio en el nuevo 100° Congreso donde muchos republicanos, así como demócratas, sostienen que la administración debiera comenzar a retirar tropas en lugar de enviar soldados a una guerra civil, en la que cualquier presencia estadounidense, sin importar cuántos sean, no puede controlar. El actual plan de Bush para Irak, como señalaba ayer The New York Times, “ha colapsado”. La idea inicial de la Casa Blanca y el Pentágono era ir dejando la seguridad en manos de los iraquíes, adiestrando a más policías y militares. De esta manera, Estados Unidos podría haber ido reduciendo la tropa de forma gradual durante este año, según anticiparon en 2006 diversos analistas. Pero la realidad está trastrocando los planes originales de los altos mandos militares en Irak y de los estrategas en Washington.

“Durante los últimos 12 meses, el optimismo chocaba con la realidad y Bush se encontró cada vez más incómodo con el general Casey, comandante jefe en Bagdad”, dice The New York Times. Ahora, la nueva estrategia estaría más enfocada en combatir la violencia de cuajo en Bagdad y otras localidades dominadas por la insurgencia, que en formar a las fuerzas iraquíes. Para ello, la Casa Blanca podría enviar más tropas de combate, aunque esto se traduzca en más bajas. Estados Unidos cerró el año con 3 mil soldados muertos desde el inicio de la invasión, en marzo de 2003.

La idea del aumento de tropas se opone a las recomendaciones recogidas en el Informe Baker. El rotativo neoyorquino hablaba hace unos días de que el actual contingente en Irak se reforzaría con entre 17 mil y 20 mil nuevos soldados. El diario británico Financial Times elevaba ayer esa cifra en hasta 30 mil soldados, que se sumarían a los 134 mil que operan ya en el país. Los detalles del nuevo plan siguen en fase de elaboración, pero esto no ha evitado las críticas de los legisladores en el Capitolio, incluso de republicanos como Chuck Hagel, que declaró que el plan “está sacado del cuento de Alicia en el país de las maravillas”. No es el único senador crítico de las filas conservadoras, lo que podría obligar a la Casa Blanca a retrasar un poco más el anuncio de la iniciativa, algo que se tenía previsto para antes de las vacaciones navideñas. Tras reunirse con sus principales asesores en política exterior y seguridad nacional, el presidente Bush dijo el jueves que consultaría con el Congreso y el gobierno iraquí las nuevas ideas.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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