El ilegalizado partido independentista vasco Herri Batasuna invitó a su brazo armado ETA a demostrar en los hechos su decisión de mantener un alto el fuego y continuar con el proceso de paz en España. Pero ni el gobierno ni la oposición tienen intenciones de volver a ese proceso. El debate parlamentario entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero, y el opositor Partido Popular (PP), demostró una grave ruptura en materia antiterrorista.

“Invito a todos aquellos que en este momento muestran buena voluntad a favor del proceso de paz y mantengan posiciones como en el caso de ETA en el mantenimiento de la tregua, a demostrar en los hechos que estas posiciones son creíbles”, afirmó Pernando Barrena, dirigente de Batasuna, el brazo político de la organización armada separatista al diario vasco Gara. En tanto, el dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi prometió ayer una “reflexión interna” para aclarar la línea de su partido tras el atentado del 30 de diciembre en el aeropuerto de Barajas, que dejó dos muertos. “Desde la izquierda abertzale (independentista), muchos sectores nos han dicho con honestidad que mantener abierta esa línea de la respuesta (armada) resta credibilidad al alto el fuego”, afirmó Otegi a la radio vasca Euskadi Irratia.

A pesar del atentado, ETA aseguró a través de un comunicado que mantendrá la tregua permanente declarada el 22 de marzo. Esa posición fue rechazada por Rodríguez Zapatero, según el cual el atentado rompió la tregua y el proceso de paz. Joseba Alvarez, responsable para los negocios internacionales de Batasuna, invitó a Rodríguez Zapatero a no ceder a las presiones del Partido Popular (PP) y mantener abierto el diálogo, advirtiéndole que si no traicionará las expectativas de la sociedad y perderá las elecciones políticas de 2008.

Pero más allá de las presiones del PP, el propio Rodríguez Zapatero se niega a mantener el diálogo abierto. El premier calificó el lunes de “claro error” sus augurios sobre progresos en el diálogo con ETA, al comparecer ante el Congreso por el reciente atentado. Al inicio de su intervención ante el pleno del Congreso, Zapatero hizo un mea culpa y dirigiéndose también a toda la ciudadanía española admitió su error al manifestar, 24 horas antes del atentado de ETA, su convicción de que en un año “estaríamos mejor” respecto del fin de la violencia.

“ETA ha elegido la peor decisión, una decisión criminal, equivocada e inútil. Los partidos políticos han de reafirmarse para hoy y el futuro en la unidad frente al reto del terror. El proceso iniciado el 22 de marzo no ha fructificado. ETA ha puesto con este atentado su punto final. Nunca habrá diálogo con violencia ni con intentos de perpetuar la violencia”, señaló Rodríguez Zapatero. El premier expresó además su “máxima firmeza en combatir y perseguir la violencia y el terror” y detalló su plan: unidad de acción, utilización de los medios del Estado de derecho, colaboración internacional y exigencia a ETA del cese definitivo de las armas.

La sesión parlamentaria dejó en el ambiente una sensación de que la grave fractura entre el PSOE y el PP es de momento incurable. Después de las declaraciones del premier socialista, el líder del PP lo acusó de haberse dejado “tomar el pelo” por los terroristas, de “vender humo a los españoles” y de romper el Pacto Antiterrorista. “Apoyarle a usted en el error supone el fin inmediato de toda esperanza y no estoy dispuesto a ello”, afirmó Mariano Rajoy. Rajoy despreció asimismo la invitación de Zapatero para ampliar el consenso en materia antiterrorista. “Quiere un acuerdo que no pretenda derrotar a ETA, que no se pacte entre los dos principales componentes del consenso español, que se apalabre sin conocer su contenido, y en el que figuren todos los defensores de Batasuna, de sus razones y de sus conflictos. ¿Qué pintamos ahí nosotros? Yo nada, usted tampoco”, acusó el líder de la oposición.