El presidente Hugo Chávez tendrá superpoderes para cambiar, anular y crear leyes durante 18 meses. Así lo aprobó ayer la Asamblea Nacional, respondiendo al pedido que había hecho el mandatario el sábado pasado. La llamada Ley Habilitante fue aprobada sin problemas y de forma unánime ya que todos los diputados son chavistas o aliados del gobierno. Sólo resta que se aprueben sus artículos por separado la semana que viene. En tanto, desde el gobierno aprovecharon la buena noticia para anunciar la otra medida que acompañará este proceso de reformas. En un anuncio cargado de alegría y optimismo, Chávez le puso plazo a la tan prometida reforma constitucional. Aseguró que en la segunda mitad del año se realizará la consulta popular, que dará la aprobación final a la nueva Carta Magna. La oposición calificó estas iniciativas como una movida del Ejecutivo para acumular más poder e instaurar un régimen despótico.

La aprobación de los superpoderes llegó en medio de una sumatoria de importantes anuncios gubernamentales, que han provocado un clima de intranquilidad entre los sectores de la oposición: la nacionalización de la empresa de telecomunicaciones, la no renovación de la licencia de transmisión de una importante emisora de radio y televisión, la reforma constitucional y la reeleción indefinida. Frente a los cuestionamientos de los medios y la oposición, la presidenta de la Asamblea Legislativa, Cilia Flores, justificó la decisión que tomaron ayer los 167 diputados. “Le vamos a dar esos poderes para que el presidente legisle; el presidente pide año y medio, y año y medio tendrá para que adecue todas estas leyes al nuevo modelo político,” aseguró Flores. Según la legisladora, Chávez necesita tener las manos libres para corregir cualquier contradicción que se genere entre las viejas leyes ordinarias y las reformas constitucionales que se aprueben a lo largo de este año.

La Ley Habilitante le permitirá a Chávez legislar por decreto en diez áreas que se terminarán de especificar el martes próximo cuando se vote cada artículo por separado. Sin embargo, ya se sabe que estarán incluidas las leyes relacionadas con la transformación del Estado, la participación popular, las finanzas, los impuestos, la banca, la seguridad ciudadana y la defensa nacional. Aunque la ley de superpoderes todavía está siendo tratada, el mandatario ya formó una comisión que se ocupará de analizar los cambios en la legislación. Este grupo estará dirigido por el vicepresidente, Jorge Rodríguez, y se completará con representantes de los otros poderes y de los partidos aliados del chavismo. Algunos dirigentes de la oposición ya han anunciado que quieren participar.

Flores no sólo defendió los superpoderes, sino que señaló que sin ellos no se podría completar con éxito la reforma constitucional. Esta última, explicó la diputada, será el pilar de la revolución socialista. Hasta el momento, Chávez ya mencionó algunos temas que serían incluidos en esta reforma: eliminar la autonomía del Banco Central de Venezuela, reemplazar el nombre de la Fuerza Armada por Fuerza Armada Bolivariana, cambiar el himno nacional y establecer la reelección presidencial ilimitada. Desde la oposición, han denunciado que el gobierno podría intentar además modificar las leyes referidas a la propiedad privada.

Como éste hay miles de rumores. Los partidos opositores, los grandes medios de comunicación y el empresariado tienen miedo de que las reformas que desencadenó Chávez con este nuevo mandato los alcance. Haciendo uso del capital político que ganó en la última elección presidencial, el líder opositor Manuel Rosales es quien lleva la voz cantante de estos sectores. El gobernador del rico estado de Zulia cuestionó la aprobación de los superpoderes y recordó que el presidente cuenta con un Legislativo totalmente fiel para hacer las reformas que quiera. “El presidente Chávez acabó de demostrar quién es. Un déspota con intenciones de transformar a Venezuela en Cuba. Chávez quiere construir una autocracia, un gobierno militarista con fachada democrática”, aseguró en una entrevista con el diario brasileño O Globo.

Pero Chávez todavía vive su luna de miel y nada parece preocuparlo. En una aparición que hizo ayer, el mandatario venezolano les contesto a sus detractores. “Más democracia, imposible; es el pueblo el que decide a fin de cuentas”, dijo con una sonrisa, al anunciar el referéndum que se realizará en la segunda mitad del año.