EL MUNDO › SIGUEN LAS PROTESTAS EN BOLIVIA
La convulsión social que golpeó por más de diez días a la región boliviana de Cochabamba, donde algunos sectores pugnaron por provocar la caída del gobernador, se desplaza a La Paz. Allí, organizaciones sindicales y vecinales bolivianas buscan la renuncia de la principal autoridad del departamento, el gobernador José Luis Paredes, para lo cual convocaron un paro de 24 horas para el lunes próximo.
El paro incluirá la toma de las oficinas de la Gobernación de La Paz, con el objetivo de forzar la renuncia de Paredes, allegado al partido Podemos del ex presidente Jorge Quiroga, por reivindicar las autonomías separatistas. Por su parte, Paredes salió ayer a acusar a los movimientos sociales de estar de acuerdo con dirigentes del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) para sacarlo del poder. “Espero que el presidente Morales cumpla con su compromiso de no dañar la democracia y de respetar a las autoridades elegidas democráticamente, porque hay diputados del MAS que están actuando en El Alto”, señaló el gobernador.
Mientras en La Paz se caldeaban los ánimos, la ciudad de Cochabamba, la tercera más importante del país, recupera poco a poco la calma, tras violentos disturbios callejeros entre cultivadores de coca que pedían la dimisión del gobernador Manfred Reyes Villa y los partidarios del prefecto. Tras la reunión del miércoles con el presidente Morales, los sindicatos de campesinos anunciaron ayer una tregua.
El gobernador volvió así a la ciudad pero no reasumió sus funciones, que se encuentran interinamente en manos del secretario general de la Prefectura, Johnny Ferrel. El gobernador cochabambino afirmó que no renunciará y Ferrel seguirá en su puesto unos días más, probablemente dos semanas, mientras él hace una gestión internacional ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) para que envíen una misión para evaluar la democracia en Bolivia, a su juicio afectada por grupos intransigentes influidos por el oficialismo.
Por su parte, Julio Salazar, secretario general de la Federación de Trabajadores del Trópico, eludió responder sobre si la movilización contra Reyes Villa ha sido un fracaso y aseguró que han quitado al prefecto de su cargo, aunque precisó que sólo falta hacerlo legalmente. “Ahora levantamos la movilización, pero mantenemos un estado de emergencia”, explicó Salazar.
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