El presidente ruso Vladimir Putin inesperadamente promovió a uno de sus dos delfines, los precandidatos que ya compiten para sucederlo el año que viene, provocando especulaciones de que el próximo ocupante del Kremlin ya había sido elegido. En una ceremonia que evocaba el pasado soviético de Rusia, Putin ascendió a su ministro de Defensa, Sergei Ivanov, a vicejefe del gobierno, un rol que lo pone a cargo del complejo de la industria militar. El recambio hará que Ivanov, de 54 años, deje su tarea como ministro de Defensa a un relativamente desconocido Anatoly Serdyukov, ex jefe de Servicio Federal de Impuestos de Rusia, con el cargo de mantener uno de los más grandes arsenales nucleares del mundo.

De esta manera, Ivanov, un ex agente de la KGB como Putin, queda libre para orquestar su campaña de elección presidencial fijada para marzo del año que viene. Hasta ahora ha sido tímido para declarar sus intereses, aunque pocos dudan de que es uno de los más serios competidores para suceder a Putin. En un país donde los medios de radio y televisión están firmemente controlados por el Estado, su súbita promoción y la forma en que Putin elogió públicamente sus antecedentes como ministro de Defensa deben verse como una señal de que su candidatura es favorecida por el líder ruso. Putin ya estuvo en funciones dos períodos consecutivos como presidente y aunque disfruta del apoyo popular, según la constitución no puede presentarse para un tercer período.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12

Traducción: Celita Doyhambéhère