EL MUNDO
› QUIEN Y COMO ERA SALAH SHEHADA
El hombre más buscado
Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén
Era el hombre más buscado de Israel. Salah Shehada, miembro fundador de Hamas y responsable de su ejército secreto, las Brigadas de Ezzedin Al Qassam, estaba acusado de haber participado, alentado y dirigido centenares de ataques terroristas contra los israelíes, liderando al mismo tiempo a los sectores duros de la organización que se negaban a aceptar la orden de alto el fuego decretada desde hace siete meses por Yasser Arafat, así como la posibilidad de negociar ahora una tregua, circunstancial y puntual.
Pero Salah Shehada, nacido en la aldea de Beit Hanun, en la Franja de Gaza, en febrero de 1954, en el seno de una humilde familia de refugiados oriunda de Jaffa, no sólo era un combatiente sino además un intelectual. Estaba doctorado en Sociología y se había sido formado en las universidades de Turquía, Egipto y Rusia, donde tuvo contactos con otros líderes fundamentalistas religiosos del mundo islámico. Shehada regresó a Gaza a mediados de la década del 70, para empezar a militar políticamente en las filas incipientes del fundamentalismo religioso, lo que le provocó en 1984 sus dos primeros años de detención. En 1986 sería nuevamente detenido y condenado a 10 años de cárcel por su supuesta participación en el secuestro y muerte de dos soldados israelíes. Pero la libertad absoluta no la logró hasta mayo del año 2000, pocos meses antes de iniciarse la segunda Intifada.
Las firmes convicciones religiosas y la sólida formación política e intelectual de Shehada le permitieron convertirse en el delfín del jeque Abmed Yassin, el venerable anciano que desde su silla de ruedas dirige con puño de hierro el movimiento Hamas, la segunda formación política más importante de los territorios palestinos. Pero al mismo tiempo todas estas cualidades hicieron de Shehada el hombre más buscado de los servicios secretos de Israel, que en diferentes ocasiones en estos últimos meses había tratado de asesinarlo, en el contexto de su polémica política de exterminios selectivos contra jefes clave de las redes terroristas que atacan a Israel. El pasado mes de diciembre, como si fuera una última advertencia, las tropas dinamitaron su casa, cuando él estaba ausente y sólo se encontraban en ella su mujer y sus seis hijas.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.