Irán ha rechazado los pedidos de la ONU de suspender su enriquecimiento de uranio antes del plazo establecido para hoy, asegurando así otra escalada de tensión diplomática con Occidente sobre su cuestionado programa nuclear. Hablando la víspera del plazo en una manifestación en el norte de Irán, el presidente Mahmoud Ahmadinejad dijo que Irán estaba dispuesto a comenzar nuevas negociaciones sobre sus actividades nucleares. Añadió, sin embargo, que Irán suspendería su enriquecimiento de uranio sólo si sus socios negociadores occidentales hicieran lo mismo.

“Que nosotros cerremos nuestro programa de combustible nuclear para que comiencen las negociaciones. No es problema. Pero la justicia exige que aquellos que quieran negociar con nosotros deben también cerrar su programa de combustible nuclear. Entonces podremos mantener un diálogo en una atmósfera justa.” “¿Creen verdaderamente que se trata de una oferta seria?”, manifestó el vocero de la Casa Blanca, Tony Snow. El 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU impuso sanciones limitadas a Irán y le dio sesenta días para terminar su enriquecimiento o enfrentarse a más medidas punitivas. Se espera que el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohamed El Baradei, diga en un informe hoy que Irán no cumplió con lo pactado.

El Baradei advirtió esta semana que a Irán le faltaban seis meses para lograr el enriquecimiento a escala industrial en su planta de Natanz. Añadió que los expertos de inteligencia británicos y estadounidenses creen que el país está a cinco o diez años de poder producir una bomba nuclear y que los esfuerzos diplomáticos deberían continuar. Es improbable que el Consejo de Seguridad tome medidas hacia la imposición de una segunda ronda de sanciones por la reticencia por parte de China y Rusia. Sus miembros pueden intentar adoptar una resolución en las próximas semanas, advirtiendo a Irán sobre más acciones en el futuro si no cesa con el enriquecimiento.

En un golpe a Irán, Rusia ha dicho que ha congelado la asistencia para la construcción de una planta de energía nuclear en la ciudad iraní de Bushehr, alegando que se había retrasado en los tiempos de pago acordados. Los funcionarios iraníes lo negaron.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère