El presidente italiano Giorgio Napolitano dará a conocer hoy su decisión en torno de una salida a la crisis política desatada tras la renuncia del primer ministro Romano Prodi. Napolitano hizo sus declaraciones después de dos días de consultas con los líderes de los partidos políticos, los presidentes de las dos Cámaras parlamentarias y los ex presidentes de la República. Todo indica que la solución será un nuevo gobierno de Prodi, quien habría establecido un pacto de gobierno con sus aliados de la coalición de centroizquierda.

“Vivimos unas jornadas largas y cargadas. Intentaré reordenar los argumentos y las ideas, y mañana (por hoy) comunicaré la decisión. Me reservo también las motivaciones de la misma”, afirmó Napolitano ayer por la noche tras largas horas de reuniones. Sin embargo, el presidente no fue el único que mantuvo encuentros maratónicos. Prodi hizo lo propio y logró garantías de sus aliados para volver a formar un nuevo Ejecutivo tras establecer un pacto de gobierno “no negociable” de 12 puntos. “O aceptan las condiciones o me voy. Y ustedes saben bien que después de mi partida, la única perspectiva son las elecciones anticipadas”, habría advertido Prodi, de acuerdo con el diario Corriere della Sera.

El pacto “no negociable” fue impuesto a los líderes de los partidos de centro y extrema izquierda en una reunión mantenida en la sede del gobierno italiano. El acuerdo postula que los partidos integrantes de la coalición acepten el despliegue internacional de Italia, especialmente en lo relativo a Afganistán, donde el país mantiene unos dos mil efectivos, hecho criticado por la izquierda radical. Además, Prodi reforzará su autoridad sobre sus ministros. De producirse diferencias, será el único que dará a conocer la postura del gobierno, una disposición que pretende acabar con la cacofonía en el debate sobre asuntos clave. Además, Prodi lanzó una advertencia: “En caso de que fracasara de nuevo, no hay otra alternativa que nuevas elecciones”.

El premier se sintió traicionado el miércoles en una votación del Senado, precisamente sobre la política exterior de su gobierno. Dos senadores comunistas desobedecieron la consigna de voto y se abstuvieron, causando así la reprobación del Senado al gobierno. Los comunistas sancionaron la retirada de su apoyo al premier debido a su oposición a que las tropas italianas se mantengan en Afganistán y a la ampliación de una base estadounidense en Vicenza (norte).

Hoy, el presidente de la República debe decidir si acepta la solución de un nuevo gobierno de Prodi. En caso de que Napolitano dé el visto bueno, Prodi la someterá a continuación a un voto de confianza por parte del Parlamento. Sin embargo, el jefe de Estado también puede elegir a uno de los líderes de centroizquierda para encabezar el nuevo gobierno, o a un técnico independiente. Como último recurso, la Constitución también le otorga el poder de disolver el Parlamento y convocar nuevos comicios, que es lo que quiere la oposición de centroderecha.

“Por el bien del país, nos oponemos a una nueva edición de un Ejecutivo que ya causó suficiente daño”, afirmó el líder de la oposición conservadora, Silvio Berlusconi. Varios diputados de su partido, Forza Italia, lo apoyaron pidiendo elecciones anticipadas. Sin embargo, según los analistas, entre las fuerzas de centroderecha no existe una estrategia común en favor de comicios anticipados y prima la incertidumbre sobre la estrategia a seguir ante la debilidad de la coalición de centroizquierda.