EL MUNDO › IRAN MOSTRO A LOS PRISIONEROS INGLESES, PERO LONDRES CONGELO RELACIONES
La crisis de los marinos capturados por fuerzas iraníes el viernes pasado entró en terreno delicado. Teherán prometió liberar a una oficial y mostró a los prisioneros por televisión. Londres busca el apoyo de las Naciones Unidas para sancionar a Teherán.
› Por Angeles Espinosa y Walter Oppenheimer *
Desde Teherán y Londres
El gobierno británico pasó ayer a la ofensiva en su enfrentamiento con Irán por la detención de quince marinos en aguas del norte del golfo Pérsico. Londres intentó meter presión a Teherán por tres vías. Por un lado, cuestionando la veracidad de los datos iraníes al revelar que han dado dos localizaciones distintas en su versión de los incidentes. Por otro, publicando fotos y mapas que a su juicio demuestran que los soldados británicos estaban en aguas iraquíes al ser detenidos. Y en tercer lugar, congelando las relaciones comerciales de carácter oficial con Irán. Ante esta escalada diplomática, Teherán intentó bajar el tono de la confrontación. Anunció que liberará en las próximas horas a la única mujer detenida, Faye Turney. Después de esto, la televisión iraní difundió imágenes de los militares británicos, en las que se puede ver y oír a Turney reconociendo que habían traspasado la frontera marítima iraní. Londres ya puso en duda estas declaraciones.
Anoche la liberación de la militar de 26 años todavía no se había producido. Sin embargo, las imágenes difundidas por la cadena iraní Al Alam la mostraban saludable y con el cabello cubierto con un pañuelo negro. El video era una suma de imágenes de los quince marinos británicos y al final había una pequeña entrevista con Turney, quien iba manejando una de las dos lanchas cuando fueron capturados por las fuerzas navales de los Guardianes de la Revolución. “Fui detenida el viernes 23. Obviamente, entramos sin autorización en sus aguas, pero fueron muy amigables, muy hospitalarios, muy claros. Buena gente. Nos explicaron por qué fuimos detenidos. No hubo agresión o daño. Han sido muy compasivos”, aseguró Turney en el video. La soldado aparece afligida, aunque tranquila, y en un momento incluso llega a sonreír. En otra toma se la ve encender un cigarrillo y dar una pitada. Luego, bajo la voz de un locutor, la cámara enfoca lo que parece una carta dirigida a su familia en la que se pueden distinguir las frases “estamos bien” y “los quiero mucho”.
La cadena Al Alam también pasó unas imágenes de todo el grupo a bordo de los botes poco después de su detención y luego, ya en tierra, comiendo. Turney, aún con el uniforme azul de la Marina, lleva la cabeza cubierta con lo que parece una kufía palestina y está sentada entre sus compañeros. Durante la entrevista, está sola y ha cambiado el uniforme por un blusón blanco. Con anterioridad, el ministro iraní de Exteriores, Manuchehr Mottaki, había anunciado la pronta liberación de Turney. “Hoy o mañana, la señora quedará en libertad”, declaró en Riad, donde asistió a la inauguración de la cumbre de la Liga Arabe. Mottaki también sugirió que los botes podían haber entrado en aguas iraníes por error, lo que algunos observadores interpretaron como una distensión de la postura de Teherán. “Si se prueba que se trató de un error, el asunto se arreglaría con una disculpa del gobierno británico”, coincidió el vicepresidente del Parlamento, Mohamed Reza Bahonar.
Pero mientras Teherán intenta a descomprimir la situación, Londres aumenta la presión. El Ministerio de Defensa británico explicó ayer que en su primera versión de los hechos, el sábado pasado, Irán había suministrado a Londres unas coordenadas sobre el lugar de los hechos que en realidad lo situaba en aguas territoriales de Irak. Advertidos de ello, Teherán rectificó el dato el lunes y situó los incidentes a más de un kilómetro y medio de distancia, ya en aguas territoriales iraníes.
Según el vicealmirante Charles Style, ambas localizaciones son falsas y el incidente se produjo 3,14 kilómetros dentro de aguas territoriales iraquíes. Style mostró una fotografía tomada por un helicóptero británico en la que se ve el barco mercante indio que la Royal Navy acababa de inspeccionar justo cuando empezó el incidente en la que se puede apreciar cómo uno de los tripulantes del helicóptero sostiene un aparato GPS que señala una posición casi exacta a la revelada ayer por Londres. Según el vicealmirante Style, el barco mercante indio sigue anclado en el mismo lugar en el que estaba cuando ocurrió el incidente y así se lo ha confirmado su capitán.
En una posterior comparecencia en la Cámara de los Comunes, la jefa del Foreign Office, Margaret Becket, corroboró la versión de la Royal Navy y comentó con ironía que le sorprendía muchísimo que los iraníes hubieran cometido un error en tema tan delicado, dando por sentado que Teherán había cambiado los datos sobre el lugar en que ocurrió el incidente con el único objetivo de aparentar que ocurrió en aguas territoriales iraníes. Beckett anunció que el Reino Unido decidió suspender sus negocios con Irán. Se trata más de una medida simbólica que real, dado el bajo nivel de la presencia británica en Irán, muy inferior, por ejemplo, a países como Alemania. Además, la delegación británica ante la ONU presentará hoy una resolución para pedir el apoyo del Consejo de Seguridad y, si fuera posible, imponer nuevas sanciones a Irán si no libera a los marinos.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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