La prensa norteamericana sigue especulando y citando fuentes diversas para descubrir cómo será el ataque a Irak, cuya realidad parece de todos modos lejana, a no ser por alguna teoría conspirativa que aluda a la necesidad de Bush de desviar la atención respecto de los problemas financieros. Ahora el New York Times publicó que la Administración Bush está explorando tomar primero Bagdad y uno o dos puntos de mando y almacenes de armamentos claves para un derrocamiento rápido del gobierno de Saddam Hussein. El gobierno no ha hecho ningún comentario, y lo único que se escucha es la voz del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, trinando contra los que intentan revelar información secreta, “poniendo en peligro las vidas de soldados estadounidenses” y exigiendo que deberían ser encarcelados. La idea de tomar Bagdad primero y atacar desde “adentro hacia afuera” permitiría a Estados Unidos operar en grandes distancias, maniobrando fuerzas para envolver un blanco de envergadura, dijo el diario. Existen algunos rumores de que el ataque sería inminente, al punto de que el comando militar central iraquí estuvo analizando la situación.