EL MUNDO
› UN PALESTINO SE HIZO ESTALLAR EN JERUSALEN
La bomba salió por la culata
Por Suzanne Goldenberg
Desde Jerusalén
Un atacante suicida adolescente se hizo estallar ayer ante un puesto de venta de falafel, en el tercer ataque palestino en ocho horas. El estallido de la bomba, que hirió a dos miembros de la familia que es dueña del popular restaurant y a tres personas que pasaban por allí, ocurrió sólo horas después de que dos colonos judíos, que eran hermanos, fueran muertos a disparos en una aldea de Cisjordania, y un terrorista palestino fue muerto en un ataque contra una colonia judía cercana.
El atacante de Jerusalén golpeó en la Calle de los Profetas, que marca la línea divisoria entre el barrio ultraortodoxo de Mea Shearim y el corazón de la ciudad. El atacante era joven, con gel en el cabello y blue jeans y llevaba un bolso negro. La policía fronteriza israelí, que suele congregarse en el restaurant de falafel, no sospechó inmediatamente, pero él los vio a ellos y se precipitó a la puerta más cercana, haciendo detonar su explosivo en forma prematura, dijo la policía. “No noté nada raro en él –dijo Ophir Yona, un policía israelí–. Un joven en jeans con un bolso en la mano que entra en este lugar de falafel y boom”.
Radio Israel identificó al atacante como Majed Atta, de 17 años, proveniente de la aldea de Beit Jala, cerca de Belén. Pertenecía a las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, una fracción militar del movimiento Al Fatah de Yasser Arafat. Fue el primer ataque suicida en Jerusalén desde que un atentado contra un ómnibus el 18 de julio precipitó una reocupación militar israelí de las principales ciudades de Cisjordania.
También ayer, pero más temprano, tiradores enmascarados emboscaron a los dos hermanos mientras conducían un camión de combustible dentro de una aldea palestina, cerca de la ciudad cisjordana de Nablus. Pese a casi dos años de derramamiento de sangre, los hombres, que son de la colonia judía de Nablus, eran visitantes regulares a la aldea, donde suministraban combustible a una fábrica. El ataque fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa.
En la misma parte de Cisjordania, horas antes, guardias de seguridad en el asentamiento judío de Itamar mataron a tiros a un palestino que se había infiltrado en el puesto de avanzada y había apuñalado a un colono y a su esposa.
De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12..
Traducción: C.D.