Organizaciones no gubernamentales denunciaron que la compañía violó las leyes peruanas al tirar cerca de 9 mil millones de barriles de desechos tóxicos desde los años setenta hasta el 2000.
› Por Andrew Gumbel *
Desde Los Angeles
Una importante compañía petrolera estadounidense fue acusada ayer de contaminar parte de la Amazonia peruana. Occidental Petroleum perforó allí desde el principio de los setenta hasta el año 2000 y habría provocado un importante envenenamiento de plomo y cadmio entre la población local achuar.
Un informe realizado por un grupo de organizaciones como Amazon Watch y Earth Rights International acusó a Oxy, como se conoce a Occidental Petroleum, de violar tanto las leyes peruanas como las internacionales al tirar aproximadamente nueve mil millones de barriles de desechos tóxicos desde que comenzó a explorar el área a principios de los setenta. Las aguas contaminadas, como se conoce técnicamente a los desechos, fueron tirados directamente en los ríos que los achuar utilizan para bañarse, lavarse, pescar e, incluso, de donde sacan el agua para tomar. El informe también da cuenta de una investigación médica que demuestra los elevados niveles de plomo y cadmio entre la población achuar.
“Oxy estaba muy lejos de cumplir con los estándares industriales aceptados para el tipo de operaciones que realizaba. La empresa se deshacía de enormes cantidades de agua contaminada, tirándola a los pequeños ríos de la zona. Además, guardaba incorrectamente los desechos y no evitaba derrames de petróleo periódicos”, explicó el informe.
Oxy entregó su pozo en la cuenca del río Corrientes a la empresa petrolera argentina Pluspetrol en el año 2000, desvinculándose así de todos sus intereses petroleros en Perú. Sin embargo, el informe de la ONG aseguró que el patrón de envenenamiento de las aguas y de derrames se mantuvo inalterable hasta el presente. “Los métodos destructivos de Oxy y sus consecuentes daños ambientales y humanos continuaron durante los años de Pluspetrol”, sostuvo el informe. Occidental no quiso comentar el informe. La empresa estadounidense realizará hoy su reunión general anual en Los Angeles y los grupos ambientalistas seguramente aprovecharán la ocasión para sacar sus protestas a las calles.
No es la primera vez que una empresa petrolera occidental es acusada de graves violaciones a los derechos humanos y al medio ambiente en el Tercer Mundo. Earth Rights International ya había presentado una denuncia contra Unocal por supuestos abusos en Burma y ganó un acuerdo a favor de las poblaciones indígenas locales en una corte federal estadounidense en 2005. Por su parte, Amazon Watch apoyó una demanda judicial de un grupo de indígenas ecuatorianos contra Texaco –ahora parte de Chevron–, en la cual se mencionaban violaciones muy similares a las que se endilgan a Oxy: no proteger los contenedores de los desechos tóxicos, contaminar la tierra y el agua de la zona, provocar enfermedades de piel, dificultades respiratorias y distintos tipos de cáncer entre la población local. Se cree que la Justicia ecuatoriana fallará pronto en este caso.
La tribu achuar se expande a través de la frontera de Ecuador y Perú y tiene un largo historial de luchas contra petroleras occidentales en los dos países. Hace un año, el gobierno ecuatoriano tomó el control de las zonas explotadas por Oxy, a pesar de la resistencia de la transnacional. “Mi pueblo ha sufrido durante 35 años por la presencia de Oxy”, aseguró Andrés Sandi Mucushua, el presidente de la Federación de las Comunidades Nativas del Río Corrientes. “Oxy extrajo petróleo de nuestro territorio ancestral, lo contaminó y lo destruyó. Vemos nuestros ríos, nuestras granjas y nuestros animales enfermos y contaminados. Nosotros mismos nos hemos enfermados y muerto. Nos oponemos a la perforación y explotación de petróleo en nuestro territorio. Es importante que se les diga a los accionistas de Oxy lo que la empresa hizo y sigue haciendo en la Amazonia peruana”, agregó.
Occidental firmó su primer contrato con el gobierno peruano para perforar en la Amazonia en 1971. La producción de crudo a larga escala comenzó cuatro años después en una área remota. En aquel momento era el campo petrolero on-shore más grande del país, llegando a producir hasta el 42 por ciento de la producción nacional. Durante los 30 años que estuvo en Perú, Oxy construyó aeropuertos, helipuertos y refinerías para manejar su producción, que alcanzó los 115.000 barriles de crudo por día.
La decisión de Occidental de desligarse de todos sus intereses en Perú fue interpretada como un intento por evitar las acusaciones de los ambientalistas. Sin embargo, éstos parecen determinados a continuar su cruzada contra la petrolera estadounidense. “El desinterés que Oxy ha demostrado con respecto a la ley y los derechos humanos más básicos es bochornoso”, aseguró el director ejecutivo de Amason Watch, Atossa Soltani.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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