Un coche bomba estalló ayer dejando dos muertos, entre ellos una niña de seis años, y por lo menos 30 heridos en Santa Pola, una localidad turística al sur de Alicante, en el este de España. Aunque el atentado no fue reivindicado, los medios de comunicación y personalidades políticas ya lo atribuyeron a la organización separatista vasca ETA. Las dos víctimas son un hombre de 50 años y una niña de seis años, según informaron fuentes oficiales. Estas muertes elevarían a tres el número de víctimas fatales en 2002 atribuidas a ETA. Cuatro de los heridos estaban graves. El vehículo explotó a las 20.30 locales delante de un cuartel de la Guardia Civil y cerca de una parada de autobús. Ambulancias y fuerzas policiales se desplazaron al lugar de la explosión que fue cerrado a la circulación. El gerente de un hotel ubicado a cien metros del cuartel explicó que la zona “estaba muy frecuentada, como todos los domingo de agosto”. ETA no cometía atentados desde los pasados 21 y 22 de junio, fechas en las que perpetró cuatro atentados con coche bomba y un atentado con bomba, que dejaron en total nueve heridos en un lapso de 30 horas en cinco ciudades de España, Fuengirola y Marbella (en la Costa del Sol, sur), Mijas (sud), Zaragoza y Santander (norte).