EL MUNDO
› URIBE LANZO SU CAMPAÑA DE MILITARIZACION CONTRA LAS FARC
Guerra civil contra las guerrillas
Un día después de asumir la presidencia de Colombia, Alvaro Uribe empezó ayer su campaña para crear una red de un millón de informantes civiles de las FF.AA. El blanco es la guerrilla de las FARC, que anteayer llevó la guerra a Bogotá.
Si las bombas pasan cerca, mejor acercarse a las zonas donde las bombas son cotidianas. Ese podría ser el lema con el que el flamante presidente de Colombia, Alvaro Uribe, inauguró su primer día completo al frente del país. Un día después de su asunción, y de que la noticia fuera en realidad que las FARC bombardearon las inmediaciones del Palacio presidencial de Nariño en el momento de la jura de Uribe, el presidente viajó a Valledupar (norte) y Florencia (sur), dos de las ciudades más castigadas por los combates entre el Ejército, las guerrillas y los paramilitares. Y desde la biblioteca pública de Valledupar lanzó oficialmente su plan de reunir un millón de informantes de las fuerzas armadas para iniciar la nueva etapa. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, le confirmó ayer por teléfono a Uribe que Naciones Unidas aceptó ser mediador en las futuras conversaciones de paz. Claro que estas negociaciones parecen lejanas: las FARC pusieron como condición la desmilitarización y entrega de los departamentos de Caquetá y Putumayo, o sea, el triple en extensión de la zona de estas características que tuvo en los cuatro años del gobierno de Andrés Pastrana. El número de muertos de anteayer ascendió a 19.
“Tenemos que recuperar el orden y unificar la nación disgregada hoy en repúblicas de facto de organizaciones violentas.” Uribe creyó necesario ponerle cuerpo a estas palabras y se desplazó a dos localidades muy lejanas de Bogotá para anunciar uno de los pilares de su gobierno, la polémica red de informantes. Tanto él como su ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, quien junto al titular de Interior, Fernando Londoño, lo acompañaron en el viaje, quisieron dejar en claro, ante las dudas internacionales, el carácter de estos grupos, cuyo antecedente practicado por Uribe en sus tiempos de gobernador de Antioquia fueron los Grupos Convivir, una parte de cuyos desprendimientos fueron luego acusados de paramilitarismo. “Emprenderemos un diálogo pedagógico para invitar a los ciudadanos a integrar estas redes, de manera que nadie pueda decir que lo coaccionaron, y tendremos mucho cuidado de que no queden a merced de los grupos violentos”, declaró Uribe sobre el programa, que ya reclutó a unas 600 personas en el departamento de César, cuya capital es Valledupar. “Este plan será ejecutado con total transparencia, de cara a los organismos de control, las entidades humanitarias y la comunidad nacional e internacional, pero sin titubeos y con el firme propósito de defender la vida y la honra de los 42 millones de colombianos.” Ramírez destacó que “vamos a fijar, antes que nada, los métodos de selección para evitar que ingresen infiltrados”.
Uribe también les habló a las familias de las víctimas de los atentados de anteayer, dedicándoles “toda mi tristeza”. Los muertos, que ahora son 19, podrían aumentar en las próximas horas, dado que de los 70 heridos, algunos son de extrema gravedad. Según el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Héctor Darío Castro, todo podría haber sido mucho peor, ya que había 16 granadas dispuestas para explotar y “no me quiero imaginar lo que hubiera podido pasar”. Castro, en sintonía con Ramírez y con el alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, defendió a las fuerzas de seguridad de las críticas que surgieron ayer por la incapacidad para evitar estos atentados, al decir que fueron desactivados, inmediatamente antes de la asunción de Uribe, unos 120 morteros en el norte de la capital. “La inteligencia funcionó muy bien porque logramos detectar 500 kilos de anfo”, dijo Mockus. Tanto la Unión Europea, como la ONU y el presidente norteamericano George Bush condenaron los atentados.
En todo caso, las FARC quisieron demostrar que le llevarán a Uribe la guerra a las ciudades. En este sentido, tanto el alcalde de Bogotá como el comandante de la 13ª brigada militar de Bogotá, general Reynaldo Castellanos, señalaron las vinculaciones de las FARC con el Ejército Republicano Irlandés (IRA). “No hay duda de que detrás de los ataques está la asesoría del IRA”, dijo Castellanos. Hace un año el Ejército capturó a tres irlandeses en Bogotá y los acusó de entrenar a las FARC en el uso de explosivos en una antigua zona de distensión. “Es el cumplimiento de lavieja amenaza de traer la guerra a la ciudad. Es el inicio de una fuerza rebelde con gran capacidad técnica, con grandes recursos y con un grado de frialdad increíble. Están dispuestos a todo”, consideró el analista político León Valencia, ex miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país.
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