El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, relativizó ayer las diferencias entre Caracas y Brasilia al asegurar que nadie podrá generar una pelea entre él y su “amigo” el presidente de Venezuela Hugo Chávez, en torno de la aprobación del ingreso de este país al bloque. “Nadie puede hacer que discuta con el presidente Chávez, que es mi amigo”, dijo el mandatario brasileño desde Bruselas. Si bien admitió la existencia en el Mercosur de “problemas, igual que los tiene la Unión Europea”, aseguró que no hay crisis entre los socios del bloque.

En declaraciones a France 24, Lula zanjó la polémica con el mandatario venezolano iniciada cuando Chávez calificó a los senadores brasileños de “loros de Washington” por sus críticas a la decisión del gobierno venezolano de retirar la licencia de emisión al canal privado de televisión RTCV.

El mismo clima conciliador enmarcó las declaraciones del embajador de Venezuela en Brasil, Julio García Montoya, que planteó que las desinteligencias entre los dos países quedaron atrás, luego de reunirse con el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Heráclito Fortes, uno de los más críticos a Chávez.

“No existe ultimátum. Existe un autocompromiso, un plazo que nosotros los venezolanos nos establecimos para buscar soluciones. Venezuela está totalmente dispuesta a integrar el Mercosur”, aclaró el diplomático bolivariano. Chávez había dicho esta semana que retiraría la solicitud de su país para ingresar como socio pleno del Mercosur si los parlamentos de Brasil y Paraguay, que tienen pendientes la aprobación de dicha solicitud, no lo hacen en los próximos tres meses.

“Lo que importa es el futuro”, dijo García Montoya. El diplomático afirmó que había abierto un espacio de diálogo con Fortes, del Partido Demócrata, que un mes atrás había amenazado con vetar el ingreso venezolano al Mercosur.

“La crisis terminó y lo importante es el futuro”, afirmó el mismo Fortes. Sin embargo, aclaró que el Congreso no se ajustará a los plazos de Chávez.

“Las dificultades que Venezuela enfrenta en relación con su ingreso al Mercosur no están relacionadas sólo con Brasil. Lo ideal sería una propuesta progresiva, con un plazo mayor para la adaptación a las políticas tarifarias del bloque”, planteó Fortes.

El diputado Doctor Rosinha, del PT, vicepresidente del Parlamento del Mercosur, dijo que la crisis de esta semana está en vías de solución y acusó a Estados Unidos de alentar los roces entre naciones de la región.

El legislador oficialista entendió que la visita del embajador venezolano al Congreso brasileño es “el inicio de la superación de la crisis y el próximo paso será lograr una mayor relación entre los congresistas”, por lo que estimó posible que el plazo de ingreso de Venezuela sea “posterior a septiembre”.

Sobre las quejas de Chávez referidas al retraso del parlamento de Brasil en aprobar el ingreso de su país al bloque, Rosinha sostuvo que la demora no tiene relación con el reciente cruce entre los senadores y Chávez, sino con una traba burocrática. El legislador atribuyó la razón principal a la disolución de la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur para dar lugar a la conformación del Parlasur, el órgano legislativo del bloque que funciona desde hace dos meses en Montevideo.

Las declaraciones de Lula, de los congresistas brasileños y del diplomático venezolano marcan un cambio de tono tras el duro cruce de comienzos de semana, cuando al ultimátum de Chávez Lula había contestado desde Lisboa en tono desafiante: “Si no quiere quedarse, que no se quede”.

El jueves intervino Néstor Kirchner y le pidió a su colega brasileño que le allanase el camino al ingreso de Venezuela al bloque comercial.