EL MUNDO
› MAS REVELACIONES SOBRE EL FRAUDE DE HALLIBURTON
Las facturas del Sr. Cheney
Por Rosa Townsend *
Desde Miami
La empresa que construye las barracas, limpia las letrinas y da de comer a los soldados en la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo alrededor del mundo es la que dirigió el vicepresidente Dick Cheney hasta asumir su cargo. El Pentágono le ha otorgado contratos de miles de millones de dólares sin tener que pasar por un proceso normal de licitación, y además en unas condiciones inexplicablemente ventajosas, contrarias a la política de control presupuestario del gobierno: cuanto más gasten, más les pagan.
La empresa de servicios Brown & Root, subsidiaria de la petrolera Halliburton, fue elegida a pesar de que la estaban investigando en California por fraude y de que la Oficina de Contraloría del Congreso (GAO, por sus siglas en inglés) recomendara al Pentágono que no se lo dieran porque anteriormente había pasado facturas infladas en decenas de millones de dólares. Por ejemplo, la factura de luz de las tropas norteamericanas estacionadas en Kosovo ha ascendido anualmente a 17 millones de dólares, el doble de lo necesario, según un informe del Congreso.
“Nadie en su sano juicio concede un contrato así”, opinaba en una reciente entrevista el profesor de la Universidad de Georgetown Steven Schooner, especialista en contratos del gobierno. “Básicamente equivale a decir: busque formas creativas de gastar mi dinero”. El contrato con el ejército es prorrogable automáticamente por diez años y no impone límite de gastos. El único requisito es mantener contentas a las tropas. Con ese objetivo en mente, Brown & Root ha estado limpiando las instalaciones militares un promedio de cuatro veces al día. El cálculo preliminar del costo hasta el año 2004 es de 2200 millones de dólares, sin tener en cuenta los imprevistos que surjan, para los que tienen carta blanca.
Actualmente Brown & Root está construyendo las nuevas instalaciones carcelarias para los sospechosos de terrorismo detenidos en la base naval de Guantánamo, a un costo de 37,3 millones de dólares. También atiende a los soldados en Uzbekistán y otros frentes donde hay destacadas, abierta o encubiertamente, tropas norteamericanas, aunque el Pentágono rehúsa revelar las ubicaciones específicas “por razones de seguridad”. De hecho, los contratos convierten a Brown & Root en el único proveedor de servicios del sector privado para la próxima década.
Al poco de ser nombrado consejero delegado de Halliburton (empresa matriz de Brown & Root), en 1995, Cheney obtuvo la contratación de apoyo logístico en Kosovo, que ha pasado a conocerse como la más cara de la historia militar de Estados Unidos. En abril de 2000, siendo ya vicepresidente, el Pentágono le otorgó a Brown & Root otro contrato de 300 millones de dólares para proveer servicios en la Marina. Y el pasado febrero, sin pasar por licitación, obtuvo el del Ejército. Ese mismo mes se cerró en California una investigación contra Brown & Root por haber inflado las facturas de construcción, mantenimiento y reparación de la base de Fort Ord, en Monterrey. La empresa accedió a pagar dos millones de dólares para zanjar el asunto. Una cantidad insignificante en comparación con lo que le iba a reportar el contrato que le acababan de dar.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.