Sáb 21.07.2007

EL MUNDO  › ECHO A UN MINISTRO Y RECONOCIO “DIFICULTADES” POR LA CADENA NACIONAL BRASILEÑA

Lula dio la cara por el accidente aéreo

Después de separar de sus cargos al ministro de Defensa y a la cúpula de la autoridad aeronáutica, el presidente brasileño habló por televisión de las medidas que adoptará para superar la crisis desatada por el choque del avión de TAM, en el que murieron más de 180 personas el martes pasado en uno de los aeropuertos de San Pablo.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, separó ayer de su cargo al ministro de Defensa, Waldir Pires, y a la cúpula de la autoridad aeronáutica estatal, Infraero, informó la prensa local. Luego del accidente del martes que causó cerca de 200 muertos en el aeropuerto de Congonhas, San Pablo, Lula rompió el silencio ayer por cadena nacional. No habló del ministro, pero admitió “dificultades” en el sistema aéreo y anunció medidas. Por su parte, un asesor clave de Lula desató una polémica ayer cuando hizo un aparente festejo tras conocer que el avión de TAM tenía un desperfecto y eso le quitaría responsabilidad al gobierno sobre la tragedia. Mientras tanto, el Congreso quiere interrogar al director de Infraero, José Carlos Pereira, al presidente de TAM y a otras autoridades.

Las reuniones de ayer tuvieron como objetivo analizar los cambios en el sector del que Pires es responsable y su salida del gobierno ya está decidida. Lula les avisó a sus ministros más próximos que el funcionario debe dejar su cargo antes de la semana próxima. El desgaste político del ministro quedó evidenciado con la decisión de Lula de transferir del Ministerio de Defensa al Palacio del Planalto, sede del gobierno, la reunión del Consejo Nacional de Aviación (Conac), que se realizó ayer, informaron los sitios web de los principales diarios. Junto a Pires, abandonaría su cargo el presidente de Infraero, José Carlos Pereira, también golpeado por el último accidente aéreo que provocó al menos 180 muertos. Mientras, el máximo comandante de Aeronáutica del país, Juniti Saito, continuaría en su puesto.

“Todo nuestro sistema aéreo está pasando por dificultades”, reconoció Lula en su discurso de ayer por la noche. Fuertemente criticado por la oposición desde el accidente del año pasado, en que dos aviones chocaron en el aire, el mandatario señaló que aeropuerto de Congonhas tiene una concentración excesiva de vuelos. Agregó que a partir de ahora habrá menos vuelos y se restringirá el peso de los aviones. Entre otras medidas, Lula confirmó la construcción de un nuevo aeropuerto en San Pablo, cuyos planes estarán listos en 90 días. Además, adelantó mayor seguridad. “La aeroestación necesita tener medidas de seguridad más severas porque está rodeada por San Pablo. Congonhas servirá a puntos regionales y no de conexión”, explicó el presidente brasileño.

En cuanto a la investigación por el accidente del vuelo de TAM, Lula advirtió que será cauto. “No podemos tomar medidas precipitadas, estamos trabajando con rigor y seguridad para conocer la verdad y no cometer injusticias”, expresó.

Ayer, en medio de las últimos esfuerzos para identificar los cuerpos carbonizados, el asesor especial del presidente de Brasil para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, hizo un gesto vulgar usado para decir “jodete”, que generó consternación. García fue grabado por el canal TV Globo en momentos en que miraba en su oficina la noticia de que la aeronave tenía un problema en su sistema de frenos, que había sido detectado hace una semana por el sistema electrónico de revisión del propio avión. El gesto fue interpretado como una celebración porque la responsabilidad por la peor tragedia aérea brasileña pasaría ahora a la compañía aérea, en lugar de los cuestionados entes estatales del sector aéreo. No obstante, García se justificó diciendo que el gesto había sido de indignación por el hecho de que todas las versiones apuntaban como culpable del siniestro al gobierno, y aclaró que nunca haría ese gesto públicamente.

Por otra parte, una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de Brasil interrogará al presidente de la aerolínea TAM, Marco Antonio Bologna, sobre la falla constatada en el Airbus A320 de la compañía, que el martes protagonizó el accidente. Según informó ayer el portal de la Rede Globo, los diputados resolvieron además interrogar a los presidentes de Infraero, de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), Milton Zuanazzi, y al jefe del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de la Fuerza Aérea (Cenipa), Jorge Kersul Filho. Al presidente de TAM, los parlamentarios le pedirán explicaciones sobre el problema del avión que, a pesar de que fue detectado, continuó volando en los días siguientes.

El jueves por la noche TAM informó que el reversor, un dispositivo que desvía el empuje de las turbinas del avión y sirve para frenar el aparato, estaba desactivado en el Airbus de la tragedia. “El reversor derecho fue desactivado en las condiciones previstas por los manuales de mantenimiento del fabricante Airbus y aprobado por la Agencia Nacional de Aviación Civil”, dijo TAM en un comunicado. Ruy Amparo, vicepresidente técnico de TAM, le quitó importancia al desperfecto. “Volar sin el reversor derecho no representa ningún riesgo”, opinó.

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