EL MUNDO › MAÑANA HAY ELECCIONES GENERALES EN TURQUIA
› Por Juan Carlos Sanz *
desde Ankara
El enfrentamiento entre el gobierno islamista y el ejército por la elección del presidente de la República, que desató hace dos meses la mayor crisis política de los diez últimos años en Turquía, lleva mañana a 42 millones de turcos a las urnas. Si se confirman los pronósticos, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, revalidará con claridad su victoria de 2002 pese al avance de la ultraderecha.
El recorte de la abrumadora mayoría con la que contaban hasta ahora los islamistas amenaza con bloquear sus proyectos de reformas y prolongar la pugna por el reparto de poder con las Fuerzas Armadas. “Si la ultraderecha no supera el 10 por ciento de los votos y sigue sin poder entrar en el Parlamento, el AKP puede acumular más de dos tercios de los escaños y, en consecuencia, escoger al nuevo presidente de Turquía y promover una amplia reforma de la Constitución que impusieron los militares tras el golpe de Estado de 1980”, aseguraba ayer un diplomático de la Unión Europea acreditado en Ankara. Durante la pasada Legislatura, Erdogan ha dirigido un rápido acercamiento a los estándares democráticos y económicos de Europa, que culminó en 2005 con el inicio de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
Partidario de reintroducir la pena de muerte en Turquía, abolida durante el proceso de negociaciones con Bruselas, el líder del ultraderechista Partido del Movimiento Nacional (MHP), Devlet Bahçeli, ha exaltado durante la campaña electoral el malestar de los turcos ante el nuevo estallido de la violencia terrorista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste del país, que se ha cobrado más de 200 muertos en lo que va del año. El ejército ha concentrado a 200.000 soldados en la frontera con Irak, mientras exigía al gobierno que ordenara una intervención contra las bases de la guerrilla separatista en territorio iraquí. La decisión de los generales turcos ha servido para reforzar las expectativas de voto del MHP en un país donde la unidad territorial, junto con el laicismo, es un principio básico del Estado fundado por Mustafá Kemal, “Atatürk”, tras la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial. La ultraderecha turca se nutre también de la frustración de millones de ciudadanos por la congelación de las conversaciones con la UE y la resistencia de los gobiernos de Francia o Alemania a aceptar a Turquía como miembro de pleno derecho del club europeo.
En los mitines del partido de Bahçeli, muchos de sus seguidores muestran el emblema de los escuadrones de la muerte de los Lobos Grises. De sus mismas filas ultranacionalistas proceden los jóvenes que están siendo procesados ahora en Estambul por el asesinato del periodista turcoarmenio Hrant Dink, el pasado enero, en las puertas de su revista.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux