El periodismo español se vistió de luto ayer con la muerte de Jesús de Polanco, el presidente del grupo Prisa, dueño del diario El País. El fundó ese conglomerado empresarial a principios de los años sesenta y una de sus últimas adquisiciones fue el grupo Santillana, en junio de 2000. El último acto público de Polanco fue el pasado mes de junio, en una reunión celebrada en Lisboa por el equipo directivo de Prisa. En aquel encuentro dio un discurso muy sentimental en el que celebró el éxito de El País, uno de los principales diarios de España y de toda Europa.

El editor y empresario mediático murió a los 77 años después de una larga enfermedad. Inmediatamente después de conocerse la noticia, amigos y figuras del país reconocieron su trayectoria. “Un hombre hecho a sí mismo, un hombre con mucho coraje y muy relevante”, así lo definió el jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. El mandatario participó de la ceremonia que se realizó por la tarde en una capilla de la capital, junto con otros miembros de su gobierno y numerosas personalidades del mundo de la política, los medios de comunicación, la cultura y la empresa. “Polanco ha sido decisivo en el proceso de consolidación de las libertades públicas a través de las empresas de comunicación que fundó, y en especial del diario El País,” señaló Zapatero, recordando también la radio Ser, una de las principales de España. “Perdemos una persona muy importante de la democracia y espero que su trayectoria sea una referencia que sepamos reconocer todos”, agregó.

De su gobierno se encontraban la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro de Cultura, César Antonio Molina; el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la de Administraciones Públicas, Elena Salgado. Además se hicieron presentes para dar su último adiós el presidente del Banco Santander, Emilio Botín; el secretario general de la Unión General de Trabajadores, Cándido Méndez; el escritor José Saramago; la directora del Instituto Cervantes, Carmen Cafarell; y el ex jefe de gobierno Felipe González. González, junto con el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, y el ex portavoz del gobierno con el Partido Popular, Pío Cabanillas, habían ido antes a la clínica Ruber, donde se encontraba internado, para acompañar a la familia del empresario. Sus compañeros en El País aseguran que le dedicó la mayor parte de su tiempo al matutino. “Fue periodista de oficio, aunque nunca ejerció, pero quiso siempre estar metido de lleno en las preocupaciones y las exigencias del periodismo”, dice un texto publicado en la página web del diario.

Estaba casado con Isabel Moreno y tenía cuatro hijos. Su hijo Ignacio lo sucederá en su cargo. Hasta ahora era el vicepresidente de Prisa y ya había sido designado por el Consejo de Administración como su sucesor. Su hija Isabel es consejera delegada de Santillana y su hijo Manuel es el responsable de las empresas de Prisa en Portugal. María se dedica a tareas privadas, no ligadas a la empresa. Su sobrino Javier Díez de Polanco es el consejero delegado de Sogecable, otra de las empresas importantes del holding.