EL MUNDO
› MOODY’S BAJO LA NOTA DE LA DEUDA BRASILEÑA
Cuando ningún dinero alcanza
La Bolsa paulista cayó, el dólar subió y Cardoso llamó a Lula, Gomes y Serra para pedirles que apoyen el acuerdo con el FMI.
No hay acuerdo con el FMI que valga. Después de los 30.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional acordó entregar a Brasil la semana pasada, ayer la calificadora de riesgo Moody’s le bajó la nota a la deuda externa brasileña hasta el nivel de la del Líbano. La Bolsa de Sao Paulo cayó un 2,87 por ciento, el dólar llegó a subir un tres por ciento para terminar cerrando a 3,17 reales (un 0,47 por ciento más que el cierre del lunes) y el ministro de Economía, Pedro Malán, salió a decir que estaba todo bien y que “Brasil es más grande que esta turbulencia”, mientras el Banco Central estudia vender dólares de sus reservas internacionales a las empresas brasileñas que corrieron, ayer y desde hace días, a comprar dólares para cancelar sus deudas en esa moneda ante la ausencia de crédito internacional. En este panorama, el presidente Fernando Henrique Cardoso convocó para el lunes a todos los candidatos presidenciales para explicarles el acuerdo con el FMI y para que “comprendan que tienen responsabilidades en este momento histórico”.
El “momento histórico” es básicamente una relación variable entre el FMI, el gobierno brasileño, los candidatos presidenciales y los mercados internacionales. La guerra fue desatada por Wall Street, y por calificadoras y consultoras de Nueva York, que generaron “turbulencias” en Brasil en los tiempos en que Luiz Inácio Lula Da Silva era el número puesto para los comicios del 6 de octubre. Lula fue respondiendo con más y más gestos de “responsabilidad” mientras Ciro Gomes, del Frente Laborista (FL) y con un discurso más de izquierda que el de Lula, lo iba alcanzando en las encuestas. En eso, hace un mes, el gobierno brasileño comenzó a negociar un paquete de ayuda del FMI para evitar el contagio argentino. Entonces el FMI contraofertó: habrá acuerdo, pero de los 30.000 millones de dólares sólo un quinto será entregado antes de fin de año; el resto, en el 2003, cuando asuma el nuevo presidente, por lo que Cardoso debía domesticar a la tropa Lula-Gomes.
“No podemos dejar que haya falta de confianza en función de una elección. Creo que estamos viviendo un momento importante en Brasil. Es necesario que los candidatos sean conscientes de lo que se está haciendo y manifiesten su apoyo al país”, declaró ayer el presidente Cardoso. “A mí me gustaría verlos asumir las responsabilidades, algunos ya lo hicieron”, completó. Según informaciones del Palacio de Planalto, Cardoso recibirá primero a Gomes (quien reemplazó al actual presidente en el Ministerio de Economía en 1994, cuando Cardoso lanzó su primera candidatura), luego a Lula, más tarde al candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), Anthony Garotinho, y finalmente a su propio delfín, el ex ministro de Salud José Serra.
Por orden de supuesta llegada, los candidatos respondieron a la invitación. “Lo único que puedo decir es que, por educación política, cualquier ciudadano convocado por el presidente de la República tiene que atenderlo rápidamente para una conversación sin reservas”, dijo Gomes. “No tengo problema alguno. Sólo un irresponsable dejaría de aceptar una invitación del presidente de la República”, declaró por su parte Lula. Pero un asesor de prensa de Garotinho advirtió que “si el encuentro es únicamente para refrendar el acuerdo con el FMI no está dispuesto a asistir”. De la asistencia de Serra no cabe duda. Además del crédito del FMI, Cardoso les informará a los candidatos sobre los 7000 millones de dólares que vendrán del Banco Mundial y del BID.
“No tengo duda de que Brasil va a dar vuelta el marcador”, declaró Malán en el Seminario Nacional sobre Ejecución Fiscal, en el Banco Central. Cierto es que por ahora Brasil está perdiendo el partido, y hasta en los primeros lugares de la tabla de posiciones de los que están mal. Por ejemplo: a pesar de que el riesgo país bajó ayer un 2,88 por ciento, sus 2285 lo ubican sólo debajo de la Argentina y Nigeria. El dólar tuvo picos de crecimiento pero redujo su suba a un 0,47 por ciento (3,17 reales).
El Banco Central había suspendido la semana pasada las ventas de cuotas diarias de dólares en el mercado de cambios y advirtió que sólointervendría de manera ocasional. Sin embargo, Fraga se reunió anteayer con banqueros y empresarios brasileños, quienes le expusieron las dificultades que tienen para conseguir créditos en el exterior y la necesidad de comprar dólares en el mercado cambiario para cancelar deudas, por lo que la presión sobre el dólar es constante. Fraga respondió ofreciendo créditos provenientes de las reservas internacionales de Brasil. “El formato de la operación de crédito para las empresas no ha sido cerrado pero será concluido en cuestión de días”, declaró ayer el presidente del Banco Central al diario Folha de S. Paulo.