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Un plan piloto
No será la primera vez que se intenta ni la última que falla, pero Israel y los palestinos acordaron ayer un plan para un retiro gradual del Ejército israelí de los territorios autónomos palestinos ocupados, y durante la noche se consumaron los primeros repliegues. El ministro de Defensa de Israel, Benjamin Ben-Eliezer, y el ministro del Interior palestino, Abdel Rasak Yehia, decidieron, en una reunión de tres horas en Tel Aviv (foto), que el Ejército comience con la retirada de los territorios en la Franja de Gaza y Belén. En tanto, las fuerzas de seguridad palestinas deben procurar que en esos territorios reine la calma y el orden. En la reunión también participaron Mohammed Dahlan, el asesor de seguridad del líder palestino Yasser Arafat, y Avi Dichter, jefe del servicio secreto interior de Israel. La atmósfera del encuentro fue calificada de “constructiva”. El plan “Gaza primero” del laborista Ben Eliezer cuenta con la aprobación reluctante del primer ministro de línea dura Ariel Sharon; el problema es que, juzgando por los antecedentes, este tipo de cese del fuego parcial de facto tiende a ser frustrado por los atentados de grupos fundamentalistas palestinos como Hamas, Jihad Islámica o las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, en lo que estrategas israelíes consideran acciones concertadas de modo al menos tácito con el líder palestino Yasser Arafat para extremar el conflicto y erosionar la moral de guerra en Israel. En cualquier caso, los resultados se verán pronto.