EL MUNDO › POR LAS MALAS CONDICIONES SANITARIAS DE LA GUERRA
› Por Patrick Cockburn *
La falta de agua potable y las malas condiciones sanitarias hicieron que 5000 personas en el norte de Irak contrajeran cólera. El brote es una de las señales más serias de que la salud y los servicios sociales de Irak están colapsando a medida que aumenta el número de los que viven en campamentos o en viviendas precarias porque huyen de sus hogares. “La enfermedad se está propagando muy rápidamente”, le dijo a una agencia de la ONU el Dr. Juan Abdallah, un importante funcionario del Ministerio de Salud en Kurdistán. “Es el primer brote de este tipo aquí en las últimas décadas”, señaló.
Los médicos en Sulaimaniyah en el Kurdistán iraní han pedido ayuda porque los casos aumentan rápidamente, diciendo que hay escasez de medicinas. Aunque la ciudad ha estado menos afectada por la lucha que cualquier otra parte de Irak, Unicef dice que hay agua disponible solamente durante dos horas por día y mucha gente ha cavado pozos no muy profundos afuera de sus casas. “Hay escasez de medicinas para controlar la enfermedad y el punto importante, la fuente de la enfermedad, no ha sido identificado aún”, dijo el Dr. Dirar Iyad del Hospital General de Sulaimaniyah. Diez personas ya han muerto y él supone que habrá más “en los próximos días, ya que las víctimas están en una etapa avanzada de la enfermedad”.
El número de iraquíes que huyen de sus hogares ha crecido de 50 mil a 60 mil por mes, informó anteriormente esta semana el Alto Comisionado para Refugiados de la ONU. “Mis dos hijos, mi marido y mi madre han contraído cólera porque no pudimos conseguir agua potable y uno de mis hijos está muy enfermo en el hospital”, dijo Um Abir, una madre de 34 años. “Estamos desplazados desde enero y debemos acampar acá, cerca de un basural, y según el médico podría ser el motivo por el cual toda la familia ha sido afectada.”
El número de refugiados iraquíes es de 4,2 millones, de los cuales dos millones han sido desplazados dentro de Irak. Muchos viven en chozas hechas de basura y no tienen agua fresca. Además de Sulaimaniyah, el cólera se ha propagado por la ciudad petrolera de Kirkuk. “Las malas condiciones sanitarias en Irak, especialmente en los alrededores de las ciudades donde están acampando las personas desplazadas internamente, pusieron en riesgo a mucha gente”, dijo el doctor Abdallah. “En Sulaimaniyah y en Kirkur, por lo menos el 42 por ciento de la población no tiene acceso a agua limpia y a sistemas cloacales adecuados.” Unicef dice que los informes locales sugieren que solamente el 30 por ciento de la gente en Sulaimaniyah tiene agua potable. La mayor parte de Irak, salvo Kurdistán, es chato, de manera que el agua y las cloacas necesitan ser bombeados, pero a veces esto es imposible debido a la falta de electricidad. El agua de los ríos Tigris y Eufrates está altamente contaminada y no es bebible.
En el centro y en el sur de Irak, el Ejército Mehdi, comandado por el clérigo nacionalista chiíta Muqtada al Sadr, obedeció su sorpresiva instrucción de suspender sus actividades durante seis meses tras chocar con policías y milicianos rivales en Kerbala.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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